Escribe: Héctor Tintaya Feria
La muerte del cantante de la agrupación Armonía 10, Paul Flores, fue la gota que necesitaba este Congreso para llenar el vaso de la inseguridad y sumar los votos para la interpelación del ministro del Interior Juan José Santiváñez. No hay que equivocarse, no fueron, aunque parezca aterrador, los 444 homicidios en lo que va del año lo que hizo que se le acabara el crédito político del histriónico Santiváñez, sino lo que podría representar en la opinión pública que un popular cantante asesinado puede representar para movilizar pública y violentamente una protesta contra el Congreso y su satélite Dina Boluarte.
Y en general suma este hecho para lo que quieren hacer en el Congreso con el destino de la mandataria una vez convoque las elecciones en abríl. Son muchas denuncias contra el descaro que representa llevar adelante este mandato. Desde hechos de corrupción en diferentes ministerios e inoperancia ante la inseguridad hasta temas domésticos que involucran a Dina Boluarte con lo que hace tiempo su oxígeno político o crédito empresarial ya está finiquitado, sólo espera ser anunciado una vez se elija el próximo periodo parlamentario.
El escenario será el siguiente: eligen a un representante del Fujimorismo o el Acuñismo, un rostro de mujer semi anónima del Congreso o una no muy pegada a estos grupos, pero que pertenece al cogollo de estos cuatro años. Se buscan la figura legal y entregan al Poder Judicial a Boluarte. Con esto será suficiente para tener aire para seguir mandando congresalmente el último año que les queda. La opinión pública quedará satisfecha pues ad portas hay una supuesta elección donde se aspire artificialmente a cambiar el sistema, pero no nos engañemos es más de lo mismo.
Mientras tanto los grupos parlamentarios de “opocision” no pueden hacer nada porque alguna concesión les darán para que simulen una crítica. Votar a favor de la vacancia es muy fácil si Boluarte tiene el 3 % de aprobación. Nadie la quiere, por ende nadie la extrañará y menos la defenderá. Aunque parezca un poco difícil el escenario, no hay duda que el objetivo está planteado. Lo que persigue en las fuerzas políticas hoy inscritas es asegurar su existencia post elecciones y para eso este Congreso se va a encargar de armar incluso con estos pequeños grupos, algunas argollas que los haga prevalecer durante y después de electas las fórmulas parlamentarias. Ya se han dado cuenta que obteniendo cierta mayoría al estilo mafioso, pueden gobernar así sea la derecha o la izquierda quien gane y ese plan de deshacerse de Dina Boluarte va significar como un ensayo final.