Es una forma de sancionar a quien no escribe en él o a quiEn no escribe en sus páginas una obra de arte
Po]: Mag. David Rondón Cáceres
Muchas veces las personas no perciben lo que tienen en casa, no se dan cuenta de algunos objetos que estuvieron siempre allí, incluso antes que nacieran y conviven con ellos por diferentes circunstancias, sea por tradición, por afición, o por descuido; desde amarillos daguerrotipos de generaciones ignotas, hasta los más raros objetos familiares. Sin embargo, no muchas veces se detienen a pensar si estos, tienen algún poder o incidencia en sus vidas; pasan inadvertidos, olvidados; hasta que alguien, en algún momento, por alguna razón encuentra en ellos relaciones, poderes, justificaciones, explicaciones o conjeturas.
Este relato tiene cierta semejanza con La Insignia, pues en ambos casos un objeto extraño va a dar a las manos del narrador, siendo diferentes las formas en que llegan al narrador, pues la insignia se queda con el narrador por deseo propio, mientras que El libro en blanco es obsequiado al narrador como un reconocimiento a su condición. Luego dicho objeto pasa de mano en mano hasta descubrirse su poder maléfico.
Según Stith Thompson, la mayoría de libros mágicos hacen el bien; así, conceden salud, cumplen deseos, curan enfermedades, describen el futuro, alejan demonios y hasta resucitan muertos, y uno de sus rasgos inherentes es el retorno permanente a las manos de sus dueños.
El cuento de Ribeyro, proyecta la visión del libro mágico, el cual está presente desde la novela de caballería, como ocurre en el Amadís de Gaula, donde el héroe vuelve a la vida a través de un conjuro mágico; y se proyecta hasta nuestros días, pasando por ejemplo por la obra de Julio Cortázar (Historias de Cronopios y famas), donde ya se acerca mucho a la idea de las páginas en blanco de un libro, asumiendo que quien abriera la única página en blanco, terminaría con la muerte del lector en tres días; de tal suerte que esta transición nos dice que el Libro en Blanco de Ribeyro es, pues, una forma de sancionar a quien no escribe en él o a quien no concibe en sus páginas una obra maestra. El no ser consecuente con el don de la escritura, teniéndolo de manera innata; es contra natura. También es una metáfora de sanción al escrito estéril que no es capaz de volcar sus dones y renuncia a explorar la capacidad creativa de la escritura; ya que, si alguno de los personajes hubiese escrito por completo el libro, quizá hubiese acabado con el maleficio.
Este es uno de los cuentos fantásticos que más llama la atención, toda vez que se vincula directamente con Ribeyro, el escritor, quien asume la narración autodiegética (G.Gentte); así podría denominarse también, autobiográfico. Se trata de una narración con la técnica in medias res, pues los acontecimientos se dan con un encuentro casual entre el narrador (Ribeyro) y Francesca su amiga. La casualidad ha sido siempre uno de los mejores aliados en su narrativa, tal como ocurre en La Insignia, donde el objeto aparece como en este caso, El libro en blanco de una manera fortuita, inesperada, de pronto y luego se torna en enigmática.
Luego de esta presentación el autor describe la relación de su amiga con el pintor Carlos Espadaña y su separación ulterior, así como el boato inicial en su vínculo matrimonial y la austeridad posterior a su separación. Otro rasgo importante en este relato es la paradoja de sus personajes o de las acciones de los personajes, ya que, se ubican erróneamente en un espacio, tiempo, actividad o circunstancias.
Francesca le obsequia el Libro en blanco al narrador, y a partir de allí los eventos funestos en la vida de la primera, cambian; y en el segundo se acentúan. Pérdida del trabajo, enfermedad, pérdida de su compromiso con Patricia, nueva pérdida del trabajo, son algunos de los eventos consecutivos en el poseedor del objeto maligno, hasta que finalmente, el poema que su amigo Álvaro Chocano escribe en el libro, no sin antes pasar por eventos similares y hasta más trágicos (muerte); le advierten de la verdadera naturaleza del atractivo ejemplar “forrado con damasco, de papel grueso, ligeramente estriado y con bordes exteriores bañados en pan de oro”
Ante esta revelación el narrador aterrorizado, decide deshacer el maleficio arrojándolo al jardín en un parque cercano, corroborando a los pocos días lo que Álvaro le advertía, pues al pasear con un amigo, por el parque observaron que el espléndido rosedal donde cayera el libro, estaba totalmente seco y sin la lozanía inicial.
Podría decirse incluso que el cuento ha sido intertextualizado, al vincularse a la posmoderna visión que tienen algunas tendencias como la manga japonesa, Death Note, cuyo argumento gira en torno a la sucesión de muertes que se producen cuando se descubren los nombres de personas insertas en el cuaderno.