Si se revisan los resultados de las últimas elecciones, se cae en cuenta que, con excepciones notables, nadie gana una elección al primer intento y, en algunos casos, les resulta a la quinta o la sexta. Esto porque los “fracasos” son, en realidad, oportunidades para aprender a organizar un aparato político, apuntalar mejor la economía de la campaña.
La analista política Giovanna Peñaflor destacó la fragmentación del sistema político peruano, donde los partidos no representan efectivamente a los ciudadanos, lo que podría obligar a los políticos de Puno a realizar múltiples intentos electorales para construir una base sólida de apoyo, dado que los partidos locales y nacionales carecen de cohesión.
ANÁLISIS DE CASOS
El actual gobernador regional, Richard Hancco, consiguió el éxito al segundo intento. Javier Ponce es un ejemplo de perseverancia, pues intentó ser alcalde tres ve ces (2010, 2014 y 2018) antes de lograrlo al cuarto intento (2022). Aunque, eso sí, logró ser regidor provincial al primer intento el año 2006 con Restauración Nacional.
Oscar Cáceres intentó ser alcalde en las elecciones del 2006, 2010, 2014 y 2018 hasta que “se le hizo” en el año 2022, es decir que logró su cometido político al quinto intento, en general militando por las organizaciones políticas Poder Andino y Moral y Desarrollo.
El electo alcalde de Azángaro el año 2022 fue Salvador Apaza Flores quien logró su cometido en el segundo intento; el alcalde de El Collao, Richard Ururi, lo intendó tres veces y la tercera fue la vencida; el alcalde de Lampa, Heráclides Ojeda, lo hizo al segundo intento consecutivo; el alcalde de Chucuito – Juli, Víctor Anchapuri, postuló tres veces consecutivas hasta que tuvo éxito en el 2022.
El alcalde de Carabaya, Edmundo Alejandrino Cáceres Guerra, postuló de manera ininterrumpida desde el año 2002 cuando se lanzó para ser regidor. Lo mismo en el Partido Aprista Peruano en el año 2006. Posteriormente postuló para ser alcalde distrital de Corani en el año 2010 y logró su cometido, pero no pudo repetir plato en el año 2014.
Posteriormente fue electo alcalde de Corani y luego alcalde provincial de Carabaya. Walter Aduviri intentó dos veces ser gobernador regional, Juan Luque intentó ser presidente regional (o gobernador) cuatro veces y tuvo una postulación al cargo de alcalde.
Luis Butrón Castillo es un caso particular, pues participó en 7 elecciones. Sus dos primeros intentos para ser alcalde provincial fracasaron. Posteriormente logró un triunfo elecLa analista Paola Ugáz opinó que la división de clases impulsó el apoyo a Castillo en Puno, lo que podría facilitar el éxito de candidatos locales con mensajes similares en menos intentos, aunque la polarización también toma su rol.
DATO CAMPAÑAS ELECTORALES.
Las campañas se hen vuelto mucho más costosas. total en las elecciones para la alcaldía y se desempeñó como alcalde entre los años 2007 y 2014. Tras esto, postuló para presidente regional en el año 2014, luego apuntó a ser alcalde en las elecciones del año 2018.
DOBLE FILO
El político Hugo Supo observó que, en general, aquellas personas que postulan muchas veces buscarán compensar su inversión de los intentos anteriores, por lo cual llamó a no votar por aquellos candidatos que postularon muchas veces. De hecho, el virtual candidato al gobierno regional ya hizo un intento que no fue exitoso.
Por otro lado, observando candidaturas, se nota una mejor organización, desenvolvimiento y hasta logística en los segundos intentos.
EL LEGENDARIO
Un político que hizo suyo el refrán “El que la sigue la consigue”, fue, como no, Alberto Eugenio Quintanilla Chacón, quien participó en 9 procesos elec torales entre los años 1985 y 2016. Los dos primeros fueron positivos pues, en el año 1985 pudo ser diputado en su primer intento. En su segundo intento también logró el cargo de diputado, pero dejó de serlo por el golpe de Estado fujimorista.
Tras ese revés, postultó para congresista el año 1995 y no tuvo éxito; lo mismo cuando quiso ser presidente regional en el 2002 y segundo vicepresidente en el año 2006. Ese mismo año, el 2006, intentó ser presidente regional y no lo logró; de la misma manera los años 2010 y 2014 que fueron intentos infructuosos; en medio hasta bailó tobas para que su imagen se haga más simpática, aunque tampoco le resultó. A pesar de eso, no renunció y, con susto de exclusión, logró ser congresista el año 2016 por el Frente Amplio por la Justicia y Libertad. Tras su éxito electoral optó por el perfil bajo.
“YA LE TOCA”
En la misma línea de Hugo Supo se puede recordar que, el elector andino suele guiarse por cierto sentido de justicia y salta el “pobrecito, ya le toca ser autoridad” que origina el voto de reivindicación para un político que “ya sufrió” muchas veces antes.
Supo opina que este tipo de voto no es adecuado y, por lo contrario, abre la posibilidad para que candidatos que se la “quieren cobrar” accedan a cargos importantes de elección popular y se preocupen más en recuperar lo “invertido” que en sus gestiones para el gobierno de su periodo.