Dos audios filtrados por un militar cuyo ascenso fue bloqueado durante años por los generales que fueron encumbrados en el régimen de Dina Boluarte dan cuenta del juego de intrigas y máscaras que tuvieron como desenlace la caída de Pedro Castillo y la sangrienta represión de las protestas en el país.
“Esos hijos de puta se pasaron”, dice Lina Sánchez, secretaria de generales y conocedora de las rencillas y compadrazgos en las altas esferas militares. “Se han aprovechado de su ignorancia o lo han visto medio cojudo y lo han utilizado”, agrega sobre Pedro Castillo.
Su interlocutor era un militar antes no identificado; el tema, lo sucedido la mañana del 7 de diciembre del 2023, en el despacho del Ministerio de Defensa, ocupado fugazmente por el entonces ministro Emilio Gustavo Bobbio Rosas
¿ERES TÚ, JUDAS?
“Han estado en la oficina del ministro (Bobbio), Chávez Cresta, Romero Bombansi y el general Ojeda”, dice Lina Sánchez, quien pinta el cuadro completo de los conspiradores: “Al otro lado estaban los comandantes generales que no hacían nada (…) los comandantes estaban que jugaban con su celular. El otro estaba que se quedaba dormido”.
“Esto ha sido planeado para que caiga el ‘lapicito’”, dice la secretaria, para luego añadir que la caída de Castillo fue planificada por “caviares” y “terrucos”.
Lina Sánchez, consumidora de Willax y diario Expreso, incluye entre los caviares a Gustavo Bobbio, último ministro de defensa de Castillo, y a Andrés Salas Jaén, designado como viceministro de Políticas para la Defensa del Ministerio de Defensa, el 20 de noviembre del 2022, casi un mes antes del suicidio político de Castillo.
Entre los “terrucos” incluye al siempre presente y cercano a Castillo, Aníbal Torres Vásquez, a quien llama “viejo loco”, y a Bettsy Chávez.
Cabe recordar que es justamente en la oficina de esta donde se grabó el mensaje a la Nación del 7 de diciembre, y no en el despacho del presidente, como es usual.
¿FALSO O VERDADERO?
El audio fue filtrado y difundido en redes sociales el 20 de junio del 2023. En su momento era poco creíble y hasta incongruente, pues Torres Vásquez parecía el único realmente leal a Pedro Castillo. Además, Lina Sánchez apareció en Willax el 26 de ese mes, reconociendo su voz, pero afirmando que el audio había sido editado.
Por eso, la clave es la identificación plena del general que graba la conversación y la filtra a través de redes sociales.
“Estuve en Arequipa”, dice el militar en el primer audio; “Se hizo justicia conmigo (…) porque siendo número uno, respetó el ascenso (se refiere a Pedro Castillo)”, acota, y luego indica que fue secretario del “ministro Tineo”.
En el segundo audio, difundido el 7 de enero, registra una conversación con otra secretaria llamada Glenda.
“Coronel”, le dice esta, y luego corrige: “Perdón, general; coronel por lo chibolo”. “Tengo 50 años, cómo voy a ser chibolo”, responde el militar, revelando su edad.
Entonces: 50 años, recientemente ascendido, labora en Arequipa, sufrió una “injusticia” en su ascenso, era primero en su promoción, estaba presente en la conspiración y era secretario de un ministro durante el gobierno de Pedro Castillo… No puede ser otro que Víctor Manuel Canales Rosas.
LA REVANCHA DEL GENERAL
Canales Rosas fue ascendido a General de Brigada mediante una resolución firmada el 16 de octubre por Pedro Castillo. Su foja de servicios indica que ocupó el primer puesto en el Arma de Artillería al egresar de la Escuela Militar de Chorrillos, en 1993.
Un video ubicado en Youtube registra su reconocimiento como Comandante General del Agrupamiento de Artillería Francisco Bolognesi, ubicado justamente en Arequipa.
Y lo más importante: desde mucho antes que sepa de la existencia de Pedro Castillo, denunciaba que Wálter Córdova y otros generales bloqueaban su ascenso.
“Al coronel Canales Rosas lo combaten sus propios generales corruptos, enquistados en el Ejército, en represalia porque se opuso a firmar documentos relacionados al mal empleo de los presupuestos del Estado destinados para la Defensa Nacional”, escribió su defensor legal.
Se trataba de una conversación de un par de descontentos. Lina Sánchez, por ser despedida de su puesto como secretaria, y Canales Rosas por perder su posibilidad de seguir ascendiendo con Castillo. Existiendo motivación, la información se torna fiable.
LA TRAMA
Teniendo al general identificado, los datos cobran sentido y dibujan un complot. El seis de diciembre, Gustavo Bobbio, protagonista de la trama, se reunió con Lisa Kenna, la embajadora de los Estados Unidos en el Perú y “madrina” política tanto de Patricia Benavides como de Dina Boluarte.
Esa misma noche, el jefe del Comando Conjunto, Manuel Gómez de la Torre, reunió a los jefes militares, virtualmente, para decirles: “El jefe soy yo”. Con algunas variaciones, el hecho fue aceptado en señal abierta.
Él mismo reconoció que, cuatro meses antes, fueron asesorados por el «constitucionalista» Luciano López, abogado que durante todo el 2022 se convirtió en un especialista en vacancias presidenciales.
Un mes antes del “Día D”, el 3 de noviembre, Andrés Salas Jaén fue designado como viceministro por Pedro Castillo, quien aparentemente no advirtió que se trataba de un partidario de Renovación Popular y amigo íntimo de David Ojeda Parra, hoy general designado por Dina Boluarte.
Lina Sánchez dijo que Jorge Montoya y José Williams estaban enterados al milímetro. No por nada, este último señaló que la banda presidencial para Dina Boluarte estaba lista un día antes del 7 de diciembre.
La presencia de Chávez Cresta, Romero Bombansi y el general Ojeda, terminó con el primero siendo designado como ministro de Defensa de Boluarte; el último, como sucesor de Gómez de la Torre, y con S/ 2 mil millones colocados en sus manos para compras militares mientras los protestantes eran acribillados.
Se jugaba un ajedrez en el tablero militar (como en la Fiscalía, el Congreso y el mismo Palacio de Gobierno), en el cual, Pedro Castillo, un peón colocado en el recuadro del rey, era rodeado por piezas enemigas, mientras él ni siquiera distinguía entre fichas negras y blancas.