Ocho investigadores de la UNAP baten marcas ante la mirada de Indecopi
Un grupo de nueve personas, en su mayoría investigadores registrados en Renacyt y pertenecientes a la Universidad Nacional del Altiplano (UNA), figuran como titulares en 554 expedientes en la Dirección de Derechos de Autor, como creadores de programas de computadora.
Con facilidad, más del 90 % de dichos expedientes los acreditan como autores o coautores del diseño y elaboración de softwares y, por lo tanto, los hacen acreedores a bonos por trabajos de investigación y otros.
CINCO POR UNO
Docentes universitarios consultados por Los Andes, indicaron que cinco patentes o registros por propiedad intelectual, como es el caso de un software, valen tanto como un trabajo de investigación de primer nivel (cuartil 1).
Entonces, cada programa de computadora registrado se traduce, eventualmente, en un aumento de ingreso para los profesionales que figuren como coautores.
El procedimiento es, primero, dejar un registro en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), tras lo cual se deja constancia de dicha creación en el registro de Renacyt.
En la “Granja de Patentes”, Los Andes reveló que los investigadores de la UNA Puno tienen una sorprendente marca de creaciones de software durante este año y registradas en Renacyt.
Esto nos lleva nuevamente a los registros de Indecopi, donde se constata que dicha marca queda corta al lado de los expedientes por propiedad intelectual.
COAUTORES AL POR MAYOR
Entendidos en el tema indicaron que se puede elaborar softwares relativamente sencillos y patentables en corto tiempo; sin embargo, cuando se examinan los trabajos registrados se notan cantidades exageradas de “coautores”.
Uno de los trabajos llama la atención. Se titula “ Software de código abierto para unir y dividir documentos PDF”, y tiene como titular del expediente para registrar derechos de autor a Rocío Laura Murillo.
La “complejidad” de tal trabajo es evidente, pero en él, llamativamente, intervinieron nada menos que 24 profesionales.
Otro ejemplo al alzar es el trabajo titulado “Software para poner logos personalizados en PDF”, que tiene como titular a Renzo Apaza. Tiene 14 coautores.
Se debe recordar que hay grandes empresas que contratan a 6 especialistas para desarrollar y probar programas de computadora por el plazo de dos años. Estos, vale aclarar, cumplen tareas como manejar los datos de clientes o compras.
En comparación, un programa para poner logos personalizados en PDF no es la gran cosa.
Otro trabajo que indica tareas más complejas es el titulado: “Software de código abierto para el programa de complementación alimentaria de municipalidades de municipalidades”. Tiene 14 coautores de las más variadas especialidades.
ESCRIBEN LOS ALUDIDOS
Renzo Apaza Cutipa y Juan Carlos Juarez Vargas enviaron dos misivas a Los Andes en donde precisan que la denominación no son “patentes”, sino un “derecho de autor”, lo cual es completamente cierto en el ámbito legal.
Sin embargo, en el diccionario de la lengua española se indica que una patente es “un documento en que oficialmente se le reconoce a alguien una invención de los derechos que de ella derivan”, es decir, válido en el periodismo.
Finalmente, entre la gran cantidad de coautores de los trabajos de computación figuran especialistas ajenos a programación o ajenos a la materia de aplicación ( por ejemplo maestros en aplicaciones de biología).
Otro dato llamativo es la presencia de maestros de universidades de otras regiones, de universidades privadas, lo cual insinúa la magnitud de estas maniobras.