El caricaturista arequipeño Marco Alexander Mamani Quispe, más conocido como “Maquiño”, conversó con Los Andes y nos reveló el sentido que le da a su trabajo para crear un mensaje con sentido social y crítico a través de sátira y lo cómico.
Todo ello, con la finalidad de servir a la sociedad y lograr una repercusión en la opinión pública. El artista palpó por primera vez el mundo de la caricatura en quinto año en la escuela de Ciencias de la Comunicación de la especialidad de Periodismo en la Universidad Nacional de San Agustín. Ello sucedió en un curso de intercambio, al cual fue enviado a la ciudad de Lima, conoció a Alonso Núñez, un caricaturista de diario El Comercio, hijo de Teodoro Núñez, el pintor arequipeño.
¿Cómo se dio su incursión en el mundo de la caricatura?
Cuando estuve en quinto año de periodismo, ahí conocí al caricaturista de El Comercio. Era supergenial lo que hacía. Al regresar aquí, regresé con muchas ganas de hacer, y quería hacer algo parecido. Esa experiencia me sirvió mucho y comencé a estudiar artes plásticas en la Escuela de Artes para perfeccionar mi técnica.
¿Cuál es su proceso creativo?
El inicio es un poco complicado, pero lo importante es estar bien informado y guiado de la creatividad para crear la caricatura. Un tema, algo que nadie aún lo haya pensado y ponerle la chispa del humor. Por ejemplo, lo sucedido en Socabaya (la miss Socabaya 2025 fue discriminada por el alcalde), pusimos al personaje (alcalde de Socabaya) apelando a su ego. Un caricaturista tiene que mostrar algo más mediante la metáfora. Algo sencillo, pero comunicar todo el hecho. Ello depende también de la experiencia que uno va adquiriendo al pasar los años.
¿Cuánto tiempo lleva de experiencia?
Inicié en 2009, en páginas de internet. Son 15 años; empezamos en Frase Corta y luego en los diarios, como La Voz, el semanario El Búho y continuamos ahora en Los Andes.
¿Cómo fueron sus primeras caricaturas?
Los primeros f u e r o n trazos en lápiz carboncillo; los enviaba así nomás, pero luego ya empecé a hacerlo en la computadora y ponerle color. Lo mío en técnica es el minimalismo. No es tan detallado. Me preocupó más en el mensaje que tiene un sentido humorístico y a la vez crítico. Considero que si haces un dibujo muy bien hecho, se ve bien, pero si no tiene sentido, no tendrá impacto.
¿Qué tipo de caricaturas hace?
Mayormente siempre elaboró caricaturas políticas. Me gusta entrar en el debate y la coyuntura en lo que hay día a día. Aunque a veces es complicado. Entonces busco otros temas como sociales, como el clima, problemas sociales. En el periodismo siempre hay algo que puedes hacer. A veces pega más lo tipo social. Uno de ellos, por ejemplo, el Scooby, el “Papa Noel Verde”, el “Señor de los Amarres”; y ponía estos personajes en el contexto de diferentes problemas de la ciudad.
¿Cómo maneja la reacción de las personas que se sienten aludidas, en el caso de los políticos?
Así a veces los colegas de Relaciones Públicas me comentaban que los políticos se sentían enojados y era momentáneo, pero les gusta que hablen de ellos. Algunos lo toman por el lado humorístico. Por ejemplo, me encontraba con Cáceres Llica (exgobernador de Arequipa), y me decía que le había gustado su dibujo, pero que no sea tan cruel. En el caso de Yamila Osorio, era un poco seria. A Omar Candia le encantaban las caricaturas. Cuantas más particularidades tenga el político, es mejor para poder dibujarlo.
¿Qué caricatura le representa más?
Hice muchas críticas a gestiones y salió muy bien. Tú sabes que el periodismo también principalmente se enfoca en la ayuda social. Una vez hice una pollada del hospital Goyeneche y casi nadie le tomó atención a eso. Pensé que eso puede ser muy interesante y dibujé a los médicos afuera del hospital. A raíz de esa caricatura se levantó el tema. Los médicos hicieron una gigantografía con el dibujo y dijeron: “Vamos a hacer la pollada si el gobierno no resuelve”, y tuvo mucha reacción en redes sociales. Mientras veía el noticiero con mi mamá, vi que enfocaron la caricatura en la gigantografía y se sintió una experiencia bien bonita y gratificante.
¿Qué desafíos tiene?
El mayor desafío es continuar debido a nuevas responsabilidades. Hacer caricaturas requiere tiempo; es todo un trabajo y a veces hay vacíos en la creatividad y en la constancia y en tener el mismo optimismo.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieran hacer caricaturas?
Si tienen vocación, es una bonita carrera, no solo en lo económico; es algo muy gratificante poder aportar a la sociedad, porque tú sabes que vivimos en un país muy corrupto e informal. Son los periodistas y la obligación de hacer algo, y si hay caricaturas, no hay mejor que explicarlos en una imagen y decirlo que mil palabras. Más aún si es con humor. En lo personal, me siento que es gratificante.
¿Algún proyecto más adelante?
Lo más ambicioso son temas muy duraderos y me gustaría crear personajes y crear de la coyuntura uno de ellos, el diablo de la Catedral, el cual, hable de la problemática en la ciudad de Arequipa.