Escribe: Rafael Mercado Benavente
MUÑECO HUMANO DEL PARAGUAY
En la comunidad de San Jorge, Villa Ygatimí, un muñeco despertó asombro y misterio entre los vecinos. Desde hace algún tiempo, su cabello comenzó a crecer sin explicación, generando especulaciones sobre un posible milagro. La figura, colocada en un altar junto a un crucifijo, guarda un profundo significado para la familia de María Irene Martínez, quien perdió a su bebé hace 20 años y decidió resguardar sus restos dentro del juguete.
Lo que comenzó como un acto de amor materno se ha convertido en un enigma inquietante. Según María, cuando introdujo los huesitos en el muñeco, este apenas tenía cabello, pero con el tiempo, la melena fue alargándose y volviéndose más suave. El caso tomó notoriedad cuando una vecina notó el extraño fenómeno y difundió imágenes al medio local Pulso Matutino Villa Ygatimí, despertando el interés de la comunidad y la llegada de curiosos a la casa.
La familia, impactada por lo sucedido, busca respuestas y planea construir un nicho para trasladar los restos de su hijo. Mientras tanto, han solicitado la presencia de un sacerdote para entender el significado del suceso y determinar si se trata de un milagro o de un fenómeno desconocido. Pese a que han intentado limpiar al muñeco, su cabello sigue creciendo, manteniéndose impecable y dejando más preguntas que respuestas.
OKIKU: LA MUÑECA JAPONESA QUE SIGUE CRECIENDO
En Japón, una antigua muñeca se ha convertido en un misterio sin explicación. Okiku, el juguete que perteneció a una niña fallecida en 1933, sigue generando asombro debido a su extraño crecimiento capilar. Según la leyenda, la pequeña Kikuyo murió abrazada a su muñeca y, desde entonces, su espíritu quedó atrapado en el objeto. Los relatos afirman que el cabello de Okiku, originalmente corto, comenzó a crecer sin razón aparente.
La familia de Kikuyo, al notar el inquietante fenómeno, asumió que el alma de su hija se manifestaba en el juguete. Durante años, le cortaron el cabello regularmente hasta que, debido a la Segunda Guerra Mundial, decidieron trasladarla al templo Mannenji en Hokkaido. Con el tiempo, la historia de la muñeca poseída atrajo la atención de curiosos y expertos, quienes afirman que su cabello pertenece a un niño humano y que su boca parece estar desarrollando dientes.
Actualmente, Okiku sigue en exhibición, con su cabello extendiéndose hasta las rodillas y creciendo después de cada corte. Algunos testigos aseguran haber visto lágrimas en sus ojos, reforzando el aura de misterio que rodea a la muñeca. Su leyenda continúa vigente, atrayendo a turistas y creyentes que intentan descifrar si es solo un mito o una inquietante realidad sobrenatural.

El JIBARITO CHILENO: DUENDE DE CABEZA HUMANA
En La Serena circula una historia que ha pasado de generación en generación dentro de una familia. Se trata de una misteriosa cabeza reducida de los jibaros (nadie sabe cómo puede haber llegado de tan lejos) que, con el tiempo, se convirtió en un muñeco completo. Lo que comenzó como un antiguo relicario familiar terminó convirtiéndose en un objeto de culto que, según cuentan, tiene vida propia.
El origen de la cabeza se remonta al hermano del abuelo de un hombre, cuyo compañero de trabajo relató la historia a un amigo. Al fallecer el dueño original, la cabeza fue heredada por la familia, que la comenzó a rotar de casa en casa cada año. En algún punto de estos traspasos, decidieron darle un cuerpo, transformando la cabeza reducida en un muñeco. Pero lo más extraño es lo que sucedió después.
Con el tiempo, los familiares comenzaron a notar que el muñeco parecía cambiar. Aseguran que su cabello sigue creciendo y, en ocasiones, incluso ha aparecido con piojos. Además, se ha convertido en un objeto de devoción: le prenden cigarros y le hacen peticiones. Nadie puede explicar los fenómenos en torno a este inquietante muñeco, pero la familia sigue manteniéndolo con ellos, alimentando el misterio de su origen y el supuesto poder que lo rodea.
EL JIBARITO DE PUERTO RICO, UN RELATO ALTERNATIVO
Los jíbaros, conocidos como los legendarios reductores de cabezas, han fascinado al mundo con su enigmática tradición. Se dice que lograban conservar las cabezas de sus enemigos en un proceso que las mantenía intactas y, en algunos casos, se rumorea que estas cabezas siguen creciendo cabello hasta el día de hoy, alimentando historias de lo sobrenatural.
El Jibarito es también un personaje del folclore puertorriqueño. Representa a los antiguos habitantes de la isla y es un símbolo de creatividad en la cultura popular. Su figura es un recordatorio del ingenio de los artesanos y de las raíces culturales que se mantienen vivas en la tradición oral.
Existe la leyenda urbana del Duende Jibarito, cuya principal característica es que su cabello parece crecer al tirar de él. Este hecho ha generado intriga por su similitud con los relatos de cabezas reducidas. Su mecanismo de crecimiento capilar lo convierte en una pieza única del misterio.
Sin embargo, hay quienes afirman que el Duende Jibarito no es solo un juguete, sino un ser real que aparece en los campos y montañas de Puerto Rico. Según las leyendas, este duende ayuda a las personas de buen corazón y castiga a los malintencionados, siempre de manera lúdica y misteriosa.
LOS DUENDES Y SU MISTERIOSA FIJACIÓN CON EL CABELLO
La creencia de que los duendes hacen nudos y trenzas en el pelaje de los animales es una leyenda que ha perdurado en múltiples culturas. Desde Europa hasta América Latina, estos seres míticos son descritos como traviesos y juguetones, capaces de ayudar o de hacer pequeñas travesuras. Entre ellas, una de las más recurrentes es su aparente obsesión por enredar el cabello de caballos, perros e incluso de algunas personas mientras duermen.
Se dice que los duendes tienen una especial atracción por las chicas de cabello largo, e incluso hay relatos de jóvenes que han desaparecido tras ser llevadas a cuevas oscuras, reapareciendo días después sin recordar lo sucedido. S
ophie, una turista que visitó una tienda-museo en México especializada en duendes, compró uno con la creencia de que le ayudaría en su crecimiento personal, sin imaginar lo que sucedería después.
La primera noche durmió con su nuevo duende, y a la mañana siguiente, al intentar bañarse, descubrió que su cabello estaba completamente enredado. Intentó desenredarlo sin éxito y, desesperada, terminó arrancándose un mechón. Al examinarlo, quedó en shock, su cabello tenía pequeñas y minuciosas trenzas que ella nunca se había hecho. Convencida de que el duende fue el responsable, Sophie ahora se pregunta si su compra fue realmente una buena idea o si ha traído algo más que un simple recuerdo a casa.