La tensión se incrementa en la cuenca del Llallimayo. Ayer, un gran número de pobladores y dirigentes de la provincia de Melgar arribaron hasta el Gobierno Regional de Puno (GRP), para exigir que el problema de contaminación se declare en estado de emergencia.
Pese a que el ministro de Energía y Minas (MEM), informó que la minera Aruntani S.A.C. concluyó con sus actividades extractivas, los melgarinos aseguraron que todo sigue igual, e incluso denunciaron la apertura de sucursales de la mencionada empresa.
“La minera está realizando explotación de minerales mediante los destajos Andrés y Carlos Este, inclusive este último se viene aperturando recién”, señaló el presidente de la Central de Barrios de Melgar, Asunto Pacori.
En ese marco, exigieron a la autoridad regional que se viabilice una declaratoria de emergencia, al igual que se hizo en el caso de la cuenca Coata, cuyo problema será sustentado en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
CONTAMINADOS
Según las declaraciones de los dirigentes, la contaminación en esta cuenca está comprobada. El color anaranjado de la vertiente, dijeron, evidencia las consecuencias de los trabajos mineros realizados irresponsablemente.
PARO
Pese al diálogo con el gobernador de Puno, Asunto Pacori, en representación de su pueblo, informó que han tomado la decisión de emprender una huelga indefinida, principalmente en contra del Gobierno Central.
Por su parte, el titular del Gobierno Regional de Puno, Walter Aduviri Calisaya, informó que se debe crear un equipo técnico para impulsar dicha declaratoria.
LIBRE MERCADO
Otro de los problemas que afrontan es la monopolización del transporte, y el estado actual de su hospital, que se encontraría abandonado. “Los equipos están botados, no hay personal, es un caos”, refirió el dirigente.
