Los niños que no pronuncian bien las palabras y superados los cuatro años no estructuran frases para comunicarse con su entorno podrían tener un mal comienzo en la escuela, de no recibir tratamiento adecuado.
Así lo advirtió la licenciada Norma Accos, del gabinete de terapia del lenguaje de la Universidad Nacional Federico Villareal, quien explicó que, a los tres años los menores ya deberían poder establecer una conversación con sus padres, aunque sea limitada.
“Algunos niños presentan un retraso en su lenguaje verbal y los padres no lo saben. Eso se evidencia en su falta de vocabulario. Por ejemplo, en consulta, encontramos niños de tres años que no hablan”, comentó.
Este tipo de niños comprenden las palabras, saben para qué sirven, pero no pueden pronunciarlas.
“Según el desarrollo del lenguaje, al año y medio los niños ya deberían decir sus primeras palabras. Podrían decir ‘mamá vamos’, ‘mamá quiero teta’. Si a los tres años no estructuran frases deberían pasar por consulta”.
No «interprete» a su hijo
La licenciada explicó que el niño aprende primero un lenguaje interior que luego verbalizará. Eso ocurre aproximadamente al año.
“El niño que comprende señala con su dedo. La madre le dice trae tu zapato y lo hace, le pregunta dónde está tu cuaderno y lo trae”, señaló.
Advirtió que muchas veces los padres son responsables de que los niños no hablen bien. “Cometen un error cuando interpretan a sus hijos. Deducen lo que quiere el niño y dicen él o ella quiere agua, quiere su muñeco, sus zapatos y no los dejan ser”.
Ante esta situación, el menor piensa ‘para qué voy a hablar si mi papá o mamá me lo dan todo’.
“Hay que saber cuándo darle las cosas al niño y cuando él debe pedir. A los padres hay que enseñarles primero que no se trata de decir dame y nada más”.
Camina, pero no habla
La experta señaló que muchos padres se preocupan si sus hijos no caminan al año, pero son pocos los que advierten un problema si no hablan pasado el año y medio.
“A los tres años deben estructurar frases. Si va al nido ya debe poder contar todo lo que le pasa, aunque sea en su media lengua. A los cuatro años, ya debe emplear la ‘r’ simple, pudiendo decir nariz, oreja o, incluso, frase como ‘La profesora se llama María’. A los cinco o seis años, como máximo, termina su desarrollo fonético. Es decir, el niño tiene que poder hablar como una persona adulta”, comentó.
Manifestó que los padres no saben a qué edad ocurren estos procesos, porque son muy jóvenes o primerizos y eso se evidencia en comentario como “mi hijo no pronuncia bien la r y el niño tiene apenas dos añitos. La ‘r’ vibrante de rosa, rabia, robo se pronuncia bien recién a los seis años”.
Después de los seis vienen los problemas
El problema mayor viene después de los seis años, anotó la experta, porque si no se habla correctamente hay alta probabilidad de tener problemas de aprendizaje en el colegio.
“El niño empieza el colegio y si dice piato, en vez de decir plato, escribirá piato, porque el sonido correcto no existe en su mente. No está grabado y por tanto no podrá ser escrito”.
Agregó que si estos problemas no son resueltos con ayuda de un terapeuta del lenguaje, se irán arrastrando.
La experta indicó que los niños que pese a su mala pronunciación logran escribir bien es porque son bastante hábiles, aunque ese proceso les cuesta “doble esfuerzo”.
“Son niños habilidosos, pero deben hacer una retroalimentación rápida de lo que escuchan en el dictado de la profesora, pese a que no lo reproducen de ese modo en su cabeza”.
ANDINA