Escribe: Oscar Pareja Castro
Los legalistas salieron a defender el pago de la dieta a los regidores equivalente al 30 % del sueldo del alcalde de su respectiva jurisdicción, el cual se vio incrementado de manera abismal en el gobierno de Martín Vizcarra, obviamente con un fin político, sin mayor criterio técnico.
Más de un vecino ha lanzado el grito al cielo preguntando qué mérito tiene o han hecho los regidores para merecer el incremento, sobre todo cuando determinada jurisdicción está una calamidad.
Sin ir muy lejos, Arequipa tiene uno de los peores sistemas de transportes no solo en el Perú, sino en Sudamérica, sin que sus autoridades reaccionen. Los regidores, ¿qué hacen al respecto para mejorar este servicio?
La ciudad tiene a Emecsa, un Organismo Descentralizado Público encargado en la atención de servicios en parques y centros recreativos que está quebrado, lo mismo ocurre con el Camal Municipal. ¿Qué han hecho al respecto los concejales?
Por el mismo camino parece ir Esamu que administra el Hospital Municipal.
Si bien la Ciudad Blanca atraviesa una de sus peores crisis en la ejecución de grandes proyectos de inversión para el desarrollo de Arequipa por culpa de la gestión del alcalde Víctor Hugo Rivera, es importante apuntar a los regidores del concejo provincial que tienen buena parte de la responsabilidad en ello al no fiscalizar el trabajo de la gestión y decir amén a todo lo que ordena su patrón, el alcalde.
Bajo la misma mecánica se manejan varios municipios en las regiones de Arequipa y Puno, amparados en la mayoría simple para poder gobernar con cierta impunidad y sin los más mínimos cuestionamientos.
Tras el anuncio del incremento de dietas de los regidores a nivel nacional, en la semana los vecinos rompieron las líneas telefónicas de radios para calificarlos peyorativamente porque sus jurisdicciones están abandonadas.
Lo llamativo es que, este incremento a las dietas pareciera ser un premio a la sobonería, al blindaje y al proteccionismo a las malas autoridades, un nuevo monto por el cual los concejales no deben rendir cuentas a la población sobre su labor en fiscalización o legislación.
A puertas de un nuevo proceso electoral es importante comenzar a apuntar a no solo los candidatos a alcaldes, sino también a regidores, quienes en su mayoría se convierten en títeres de los burgomaestres electos.