La región Puno atraviesa una compleja situación social con diecinueve conflictos activos o latentes, informó Jaime Calapuja Gómez, comisionado de la Oficina Defensorial en esta zona del país. De ellos, dieciséis se encuentran activos y tres en estado latente, lo que mantiene en constante alerta a las autoridades regionales.
Además, el funcionario advirtió que existen otros catorce conflictos bajo observación permanente, lo que eleva significativamente el número de situaciones que podrían escalar si no se abordan con prontitud.
Calapuja Gómez explicó que la Defensoría del Pueblo aplica una metodología que clasifica estos conflictos en diez tipologías distintas, con el objetivo de facilitar su análisis y permitir la formulación de estrategias específicas de intervención, adaptadas a las particularidades de cada caso.
En ese sentido, la Defensoría implementa una estrategia preventiva orientada a evitar que las tensiones desemboquen en crisis violentas. Su principal objetivo es el diálogo.