Apurimac. Más de mil campesinos de Pumamarca realizaron ayer una protesta pacífica marchando hasta la entrada de la minera Las Bambas.
Los manifestantes rechazan la contaminación en sus fuentes de agua y denuncian la violencia policial empleada para intentar expulsarlos del predio Sallawi, donde la minera pretende ampliar sus operaciones.
La comunidad exige que se detenga la expansión de la mina y se tomen medidas para proteger sus recursos naturales y derechos humanos.
Ellos se reafirman en rechazar la contaminación de minera, las Bambas sobre sus fuentes de agua y el envío de policías para imponer por la fuerza el proyecto minero. Hasta el momento se han reportado varios heridos.