Preocupación e indignación ha generado entre la población de Juliaca la decisión del Gobierno Regional de Puno (GORE Puno) de permitir el retiro de las estructuras metálicas que cubren las tribunas Oriente y Occidente del estadio Guillermo Briceño Rosamedina, infraestructura conseguida a través de las luchas sociales y que ahora corre el riesgo de ser desmantelada.
El dirigente de las Cuatro Zonas de Juliaca, Raúl Canaza, anunció que este martes 20 de mayo, se sostendrá una reunión con diversos dirigentes para definir las acciones a tomar frente a esta medida. “Habrá que ver qué está pasando, el Gobierno Regional debe garantizar el funcionamiento del estadio”, señaló.
La polémica surge a raíz de una deuda impaga que el Gobierno Regional mantiene con la empresa Caral S.A., encargada de instalar los techos en 2020 durante la gestión de Agustín Luque Chayña, quien no recepcionó formalmente la obra, y por tanto, nunca se efectuó el pago correspondiente.