Arequipa. La llama eterna, aquel fuego sagrado que señala el camino a los Juegos Panamericanos, esa luz pisó suelo mistiano y recorrió seis distritos el domingo 7 por la mañana.
Todo estaba programado para iniciar a las 10:00 horas, sin embargo, la demora de la llegada de la antorcha retrasó todo por una hora.
El rostro de felicidad de Marco Vilca reflejó la emoción de él y los otros 78 portadores que se ubicaron en los diferentes puntos de relevo para llevar la llama panamericana hasta la Plaza de Armas.
Durante todo el trayecto un fuerte anillo de seguridad resguardó a los portadores que se trasladaron en buses, junto a la caravana inmensa que acompañó en todo momento el recorrido de la antorcha.
Finalmente, de manos del karateca Mario Ramírez (con laureles deportivos) la antorcha llegó a la plaza central donde se encendió un pebetero de forma simbólica y el fuego sagrado fue sellado para ser conducido a su próximo destino que será la ciudad de Ica, este martes 9.