Lima. El último jueves 28 se inauguraron los Juegos Bolivarianos 2024 en la ciudad de Huamanga, Ayacucho. El evento deportivo, que reúne a nueve delegaciones internacionales, se extenderá hasta el 8 de diciembre y coloca, una vez más, a Perú en el foco de la atención mundial.
Lamentablemente, lo que debería ser una celebración deportiva se ha convertido en un ejemplo de la cuestionable gestión de la presidenta Dina Boluarte y del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima. Tras una fuerte lluvia y granizada, las sedes donde se realizarían los encuentros deportivos resultaron gravemente afectadas.
En videos difundidos en redes sociales, se observa cómo los trabajadores intentan, con escaso éxito, retirar el agua acumulada en el piso de uno de los coliseos.
Además, la fuerza de la naturaleza dejó en evidencia el verdadero estado de las obras, que, a pesar de haber sido presentadas como concluidas, muchas no alcanzan ni el 50 % de avance. Las instalaciones aún presentan escombros y restos de construcción, cubiertos de forma improvisada con plásticos. Lo más alarmante es que estos espacios ya están siendo utilizados para albergar a los deportistas internacionales.
Por: Agencias