Apurímac. A pesar de que en septiembre de 2015, tres comuneros de Cotabambas, Apurímac, perdieron la vida a causa de impactos de bala durante la represión policial de un paro ambiental contra el proyecto minero Las Bambas, tras casi una década, la justicia ha dictado condenas, pero sorprendentemente, estas no han recaído en los responsables de los crímenes, sino en once comuneros que participaron en la protesta. Las muertes de los tres comuneros continúan sin justicia.
Los dirigentes recuerdan haber enviado un documento a la empresa minera solicitando diálogo el 25 de septiembre.
La respuesta de Las Bambas fue negativa, indicando que solo dialogarían con los dirigentes de la zona de influencia y con los alcaldes, y después solo hubo matanza por parte del gobierno.