La falta de agua potable en el distrito de Coata (Puno), desde hace un mes aproximadamente, fue cuestionada por los pobladores de esta localidad, quienes tuvieron que volver a utilizar el recurso hídrico extraído del subsuelo, pese a los riesgos a su salud que ello implica, considerando la contaminación de los ríos de la zona por parte de la minería ilegal y la basura echada a varios afluentes desde la ciudad de Juliaca (San Román).
De acuerdo con el secretario nacional de los Afectados por Metales Pesados en el Perú, Félix Suasaca Suasaca, la situación que se vive en esta parte de la región representa un atentado a la salud pública, por lo que instó a las autoridades competentes a tomar cartas en el asunto.
Cabe indicar, a propósito, que es responsabilidad de la empresa Seda Juliaca dotar de agua potable a la población de Coata, de modo que no sigan extrayendo el líquido elemento -mediante pozos tubulares- del subsuelo, pues estaría contaminado.
En ese marco, el dirigente solicitó la presencia del fiscal en materia Medio Ambiental y del representante de la Defensoría del Pueblo, para constatar esta problemática, debido a que alrededor de 5 mil ciudadanos del sector urbano serían afectados.
Instó también a la Contraloría General de la República a investigar el uso de S/ 461 mil y 5 cisternas que el Gobierno Central entregó a la mencionada empresa para este trabajo.
“Las familias, desde carnavales, no tienen agua; es más, pasaron peripecias durante Semana Santa”, dijo el dirigente, indicando que los afectados son de los sectores Jochi San Francisco, centro poblado de Carata, Almozanche, Ángeles y Ángeles de Carata, todos del distrito de Coata.
ALGO MÁS.
Los ciudadanos mostraron sus tanques y tachos de agua vacíos y sucios, debido al desuso, con la finalidad de sustentar sus reclamos.