Después de unas cuantas visitas de inspección a la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) de Puno y a las instituciones públicas bajo su control, se constató que los trabajadores hacen lo que quieren y la atención al público es un completo desastre. Ausencias, falta de reportes, registros incompletos y más, son algunas de las irregularidades encontradas.
Estas visitas se realizaron entre el 21 y el 28 de junio por parte del personal de la Contraloría de la República, lo que resultó en un voluminoso informe que da cuenta de serias deficiencias en el funcionamiento de dicha institución.
ASISTENCIAS
En primer lugar, se constató que el personal administrativo no cumple con registrar su asistencia y, por lo tanto, no hay constancia de que cumplan con sus horarios.
En el reporte de entrada y salida del personal entre el 17 y el 21 de junio, las siglas «NR» (no registrado) son las que más abundan en una tabla que registra la asistencia de más de 100 empleados.
El descuido es tal que el mismo director, Lucio Bellido Díaz, no se encuentra registrado en la base de datos del sistema biométrico, al igual que el jefe de Gestión Pedagógica y otros principales funcionarios.
Asimismo, se constató la ausencia del personal administrativo, pues encontraron papeletas de permiso con una hora de salida, pero sin hora de regreso.
SIN RETORNO
Exactamente el 21 de junio de 2024, se hizo una visita a la citada Ugel y se constató que ocho especialistas no estaban en sus lugares de trabajo y tampoco regresaron después de las actividades por el Año Nuevo Andino.
Lo mismo se constató en algunos centros educativos bajo el control de la Ugel, como en el Sagrado Corazón de Jesús, Manuel Zúñiga Camacho, de Platería, y otras instituciones de Educación Básica Regular.
De la misma manera, los partes de registro de asistencia en las instituciones no están organizados y no hay manera de saber o probar que los profesores asisten a sus clases como es debido.
Además, se constató que los directores de instituciones educativas no presentan oportunamente los reportes de asistencia detallados y tampoco avisan de las inasistencias, tardanzas y permisos sin goce de haber. Por lo menos en marzo, abril y mayo nada de esto se ha cumplido.
Cabe recordar que el director de la Ugel Puno, Lucio Bellido Díaz, tiene una sentencia por robarle a su propia institución educativa, tal como lo demostró el diario Los Andes mediante documentos del hecho.
Entonces, si el mismo director tiene un proceso penal, es explicable lo que pasa con sus subordinados y la institución.