El alcalde provincial de Caravelí, Roberto Soto Riveros, calificó como “urgente” la instalación de una mesa de diálogo directa entre autoridades del Ejecutivo, el Congreso y los representantes de los mineros artesanales que mantienen bloqueadas las carreteras.
El burgomaestre lamentó las “posiciones radicalizadas y ajenas al diálogo” que, según dijo, están adoptando la presidenta Dina Boluarte y el gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, frente a las demandas del sector minero.
Planteó que esta mesa se realice “en el terreno mismo del conflicto”, para abordar de forma realista las demandas y así evitar que la situación escale en violencia. “Queremos evitar derramamientos de sangre como los que ocurrieron en diciembre de 2022 o junio del mismo año.
Es momento de sentarse a conversar porque cuando en nuestra historia ha corrido sangre, incluso quienes tuvieron el poder terminaron pagando un alto costo”, advirtió. La medida de fuerza, protagonizada por mineros informales que exigen la ampliación del Reinfo, afecta directamente a la carretera Panamericana Sur, principalmente en los sectores de Ocoña en Camaná y Chala en Caravelí.
Según la Asociación de Empresas de Transporte Terrestre, más de 20 mil pasajeros diarios y unos 500 buses se ven perjudicados, generando pérdidas y desabastecimiento. La situación es crítica en Chala, donde 25 mil pobladores dependen de cisternas para acceder al agua potable.
Los bloqueos dificultan el ingreso de las 14 cisternas que abastecen la localidad, encareciendo el precio del agua, que ya se sitúa en S/ 35 por metro cúbico, el más alto del país. Mientras tanto, en Ocoña, la presencia masiva de manifestantes triplicó la población local, generando escasez de alimento.