Desde su asunción en enero de 2023, el gobernador Rohel Sánchez anunció ambiciosos proyectos de infraestructura con el objetivo de reactivar la economía regional. En febrero de ese año presentó una cartera de proyectos por US$5.000 millones bajo la modalidad APP/OXI, abarcando sectores como salud, transporte, energía y vivienda.
Además, prometió concluir importantes obras viales, como el Puente de la autopista Arequipa–La Joya y la vía “La Nueva Molina”, dentro de los primeros meses de su gestión. Otras promesas recurrentes incluyeron un hospital en el cono sur, la adquisición de 100 patrulleros policiales y la construcción de una nueva “Villa Olímpica” para fomentar el deporte regional.
Estas iniciativas, presentadas en discursos y actos oficiales, generaron altas expectativas públicas sobre avances rápidos en infraestructura. Pero a 32 meses de iniciada su gestión, ninguno de estos proyectos se han visto terminados.
Lo único que hay son promesas y más promesas, como la culminación de los 4 hospitales que no se tendrían en la región, el Maritza Campos en Cerro Colorado, el de Camaná, el de Chala y el de Cotahuasi, todo esto en el gobierno de Yamila Osorio, sin ser terminado pese a su inicio en el 2017.
Lo real, es que a casi tres años de gobierno del gobernador Rohel Sánchez, la gestión no entrega ni una sola obra de envergadura, y en los últimas semanas, se impulsa con cierta obstinación la ejecución de los hospitales de Camaná y Maritza Campos, lo que sería en el balance general, lo más resaltante de la gestión de Rohel.
SALDOS DE OBRA
Durante la semana del 19 al 22 de agosto, el tema de los hospitales paralizados volvió a ser protagonista en la agenda del GRA, bajo la gestión de Rohel Sánchez. La construcción del Hospital Maritza Campos en Cerro Colorado y del Hospital de Camaná pone nuevamente de relieve los problemas de planificación y ejecución en la región.
Tras casi dos años de retrasos en la preparación de los expedientes de saldo de obra, la administración decidió asumir un endeudamiento interno por S/ 287.503.434 a 20 años, bajo el argumento de que era la única forma de reactivar las construcciones.
No obstante, expertos y autoridades locales cuestionan esta justificación, recordando que existían alter nativas de financiamiento, como el mecanismo de Obras por Impuestos (OxI), que no pudieron utilizarse por la demora en la elaboración de los saldos de obra. Será entregado a una empresa en una adjudicación directa, donde la actual gestión invitará a contratistas y elegirá entre ellas a quién ejecute los saldos de obras.
Al ser cuestionados, la gestión señaló que es la única opción. Según el consejero Miguel Ángel Linares, esto solo sería una justificación, pues se podría optar por otra adjudicación más transparente.
Señaló que el caso de Maritza Campos no puede adjudicarse así, ya que la ley exige un avance físico mínimo del 40 % y este según la actualización de avance tiene un avance de 29.5 %. Sobre la deuda, el jefe de la Oficina de Internacionalización y Cooperación Técnica Internacional del GRA, Berly José Gonzáles Arias, explicó que la urgencia de reiniciar los trabajos llevó a descartar OxI, pese a que el GRA cuenta con un límite de S/ 1,311 millones para proyectos bajo este esquema. Según Gonzáles, lo prioritario era que los hospitales se culminen cuanto antes, sin importar la modalidad de financiamiento.
Desde junio de 2023, cuando los hospitales se paralizaron, se realizaron diagnósticos situacionales y expedientes técnicos que tardaron dos años en completarse, retraso que impidió el acceso a otros mecanismos de financiamiento.
El endeudamiento permitirá financiar el Maritza Campos con S/ 167,9 millones y el de Camaná con S/ 119,5 m i – llones, a reembolsar en 20 años con cuotas semestrales de aproximadamente S/ 7,18 millones hasta el 2045, utilizando ingresos de canon y regalías mineras.
CHALA Y COTAHUASI
Mientras tanto, los hospitales de Chala y Cotahuasi continúan en una situación aún más incierta. A diferencia de los otros nosocomios, estas obras siguen en fase de diagnóstico situacional y no cuentan con presupuesto asignado para reactivarse.
Según fuentes del GRA, los estu dios y diagnósticos de ambos hospitales deberían terminarse esta semana. La población de estas zonas deberá seguir esperando, ya que solo después de culminar los diagnósticos se podrán elaborar los expedientes de saldo de obra y contratar a las empresas encargadas de continuar los trabajos.
EQUIPOS
En Camaná, además, la Contralo ría detectó que equipos y mobiliario médico por más de S/ 10 millones permanecen almacenados en ambientes inconclusos, obstaculizando los trabajos pendientes. Se estableció un plazo máximo hasta el 31 de agosto de 2025 para liberar estos espacios y permitir la reactivación de la obra.
Respecto a la patrimonialización de los equipos, no existe la ordenanza prometida que permita regularizar el equipamiento almacenado en los hospitales. Los bienes permanecen guardados y sin movimiento, quedando prácticamente inactivos. El gerente general del GRA, Johan Cano, señaló que el tema sigue en asesoramiento jurídico.
NO AVANZAN
A agosto de 2025, varios proyectos emblemáticos que continúan enfrentando desafíos significativos, reflejan una desconexión entre los anuncios oficiales y la realidad en terreno. El nuevo Hospital Goyeneche con una inversión estimada en S/ 528 millones, se encuentra en una situación crítica. A pesar de la firma de una adenda al contrato Estado a Estado con Francia en febrero de 2025, no se sabe su avance.
En cuanto al Proyecto Majes-Siguas, tras años de retrasos, el Gobierno de Japón ha sido seleccionado para continuar con las obras. Sin embargo, del nuevo costo del proyecto y de la firma final del contrato no se tiene noticias.
Lo mismo sucede en el caso de la segunda etapa, que sigue en el CIADI. El proyecto del nuevo IREN Sur también enfrenta incertidumbres, aunque la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) decidió mantener su ubicación, pero el financiamiento preocupa. Se pidió S/ 6,000 millones, pero el MEF solo le aprobó S/ 3,000 millones de presupuesto, poniendo en duda la continuidad del proyecto.
La obra del puente y accesos Arequipa–La Joya presenta retrasos pese a promesas del gobernador. Se debe vaciar concreto y señalizar, además de retirar óxido de la superestructura de acero, trabajos que tomarán unos dos meses y medio; su entrega está prevista para noviembre de 2025.
Con un presupuesto de S/ 177,5 millones, el avance físico del puente y accesos es 91,91 %. De los otros com ponente como los túneles mellizos o el intercambio vial Por su parte, la vía La Nueva Molina, prevista como un atajo hacia la Panamericana Sur desde Uchumayo, para darle utilidad al puente sigue atrasada.
Se han detectado desbalances económicos en mano de obra y demoras en el suministro de asfalto líquido. Tiene un costo de S/ 31 millones en el componente directo y S/ 3,6 millones en costos indirectos, con un avance físico del 55,11 %.
¿POR QUÉ SE RETRASAN?
Juan Carlos Almonte, docente de la Universidad Católica San Pablo, señala que los retrasos en las obras públicas se deben a la falta de equipos técnicos especializados y de metodologías modernas de gestión. Explica que errores en expedientes técnicos, cálculos estructurales y presupuestos generan paralizaciones y sobrecostos.
Además, muchos proyectos planificados hace años requieren actualización presupuestal y administrativa. Almonte destaca la importancia de invertir en la fase de diseño y excedentes técnicos, aplicar metodologías como Project Management Institute y crear oficinas estratégicas de gestión de proyectos (PDMO) para garantizar eficiencia, cumplimiento de plazos y ejecución adecuada de obras de envergadura