Pese a que el yacimiento minero de uranio y litio localizado en Puno fue descubierto hace poco más de un año, las reservas continúan aumentando. Actualmente ascienden a más de 2,5 millones de toneladas.
Hace un año, la minera Macusani Yellowcake, filial de la canadiense Plateau Energy, halló un yacimiento de litio y uranio en la provincia de Carabaya. Tras ello, el nuevo megayacimiento situado a 4.500 metros sobre el nivel de mar continúa certificando recursos y se proyecta como el depósito de litio y uranio más grande del mundo, según la versión de los administradores de la minera.
Según Ulises Solís, gerente general de la compañía, con actualmente 2,5 millones de toneladas de “oro blanco” contenido en roca, el yacimiento peruano parece encaminarse a revolucionar la industria del mineral energético, ya que apenas se han explorado 8 mil hectáreas de las 92 mil que posee la compañía a partir de fusiones y compras de concesiones a otras mineras.
“Grande fue nuestra sorpresa cuando encontramos litio de alto nivel. Nosotros íbamos por uranio, pero al ver los resultados de las perforaciones a 80 metros de profundidad en el yacimiento, se nos abrieron los ojos”, comentó Solís.
Y agregó: “Solo con lo perforado hasta el momento vemos que nuestros recursos van a sumar entre 2.2 y 2.5 millones de toneladas de carbonato de litio y nuestros recursos de uranio subirán de 130 a 132 millones de libras a la fecha”.
Las estimaciones económicas realizadas por la compañía Plateau Energy indican que Macusani puede llegar a ser la mina de litio más grande del mundo, incluso con mayor producción que las existentes en Chile, Bolivia y Argentina juntas.
El hasta ahora único yacimiento de uranio y litio del mundo (que ocupa la tercera parte del mencionado lago prehistórico) requerirá una inversión de 800 millones de dólares para comenzar a producir ambos minerales.
A su vez, el gobierno peruano indicó que el país de Alemania puede comenzar a exportar carbonato de litio por unos 500 millones de dólares anuales, para el 2021.