Walter Paz Quispe Santos/ Mauro Eloy Sucapuca Cutipa
El artista plástico Herbert Dante Calumani Blanco, es tal vez uno de los solitarios cinceladores del arte del grabado de reconocimiento nacional. Nacido en la fronteriza provincia de Yunguyo, migró desde muy joven a las cálidas tierras de Ica, donde es un embajador de los andes en la costa. Estudió en la Escuela de Bellas Artes “Sérvulo Gutiérrez” de Ica, donde se graduó como artista profesional y docente; además, estudió Arte en la Pontificia Universidad Catolica del Peru; y en ambas instituciones dirige ahora, como docente, talleres de arte, en especial la técnica que más domina, que son los grabados.
Herbert Calumani, a pesar de las distancias, ha elegido como motivo de sus grabados realistas y surrealistas de la iconografía y personajes del altiplano puneño que han sido valorados por los críticos del arte a nivel nacional. Hay en la sucesión de sus grabados personajes emblemáticos de la cultura andina y puneña. Y por sus títulos uno se familiariza instantáneamente con nuestra realidad. Trabajos como: “quenacho milenario/tocando quena”, “tintiwaka tukuri”, “melodías telúricas del sikuri”, “los choquelas”, “ritual de kusillos“, “yatiri el ritual del sanador”, entre otros muestran un ejercicio logrado del arte popular y originario de las danzas del altiplano. En buena cuenta son ejercicios de un trabajo maduro, fino y bronco a la vez, muy cuidado en los detalles que los hacen muy originales, por eso es considerado uno de los grandes maestros del grabado en una universidad tan prestigiosa como la U. Catolica de Lima.
Herbert Calumani, ha trascendido las fronteras nacionales y en el Ecuador, ha fundado juntamente con Juan de la Cruz Machicado y Galdos Rivas, la “Bienal Intercontinental del Arte Nativo Intiñan”, y allí se promueve concursos permanentes del arte multicultural de todas las nacionalidades originarias del Tawantinsuyo. Merece resaltarse su iniciativa y el ser Director del Taller de Arte “Santuario del Puma”, de Ica donde en una formación exigente y talentosa egresan nuevos artistas en el tallado y en las demás artes plásticas.
Herbert Calumani tiene una concepción total del arte altiplánico y una oferencia por la cultura andina cuyas manifestaciones los trasluce desde una visión onírica como si fuera un demiurgo o un creador omnisciente. En el cual resalta lo telúrico y los conceptos de su propia modernidad, y se vale de ella para grabar en la bruma de los tiempos imágenes perpetuas cual grande atalayas simbólicas y milenarias de su tierra. Son sin duda, los recuerdos retrotraídos constantemente, añorados con nostalgia y arraigo, rebuscados en los rincones de la memoria que felizmente no es atacada por el olvido.
Finalmente, Herbert Calumani ha hecho muchas exposiciones individuales y colectivas, además, de obtener numerosos premios nacionales e internacionales por sus extraordinarios objetos culturas que causan mucha admiración en el público amante de las artes visuales.