Por: Los Andes
El abogado Moisés Sosa afirmó que la gran minería formal es la principal causante de la contaminación de las cuencas en el país, superando en impacto a la minería informal e ilegal. Sosa señaló que, aunque la minería informal genera daños, estos no alcanzan la magnitud de los causados por la minería industrial.
Como ejemplo, destacó la cuenca de Llallimayo, catalogada por el Estado como un área gravemente afectada, cuya recuperación demandaría una inversión cercana a los mil millones de dólares. Asimismo, mencionó la cuenca del Tambo, donde la minería formal habría destruido por completo el ecosistema, perjudicando a las comunidades locales.
Sosa subrayó que las técnicas utilizadas por la minería industrial, como el uso de cianuro, generan una contaminación irreversible de los recursos hídricos. Además, indicó que los daños persisten incluso después del abandono de las operaciones, debido a perforaciones mal selladas que continúan afectando el medioambiente.
El abogado llamó a un mayor control sobre las prácticas de la minería formal, enfatizando la urgencia de medidas para mitigar sus impactos ambientales.
Como se recuerda, existe una campaña millonaria para criminalizar a la minería informal a la que se le atribuye casi toda la contaminación, sin embargo, lo sostenido por el abogado va en contra de esa afirmación.
Dato
Previamente se publicaron tres “cartas de reincorporación” llegadas a la FRFCP.