El portal de investigación Ojo Público reveló el caso de 11 personas secuestradas por militares cuando eran niños y posteriormente criados, entregados a personas cercanas a sus captores o explotados laboralmente.
Los hermanos Lucio y Claudia Orihuela fueron secuestrados por militares en el año 1986, cuando tenían 10 y 13 años, respectivamente.
A Claudia, uno de los militares la obligó a criar a sus hijas, mientras que a Lucio lo crió un enfermero militar.
Lucio fue criado junto a los hijos de dicho enfermero; sin embargo, no recibía el mismo trato que los demás.
Mientras todos accedieron a educación universitaria, él tuvo que pagarse su propia educación y llegó a ser un técnico en electricidad.
Ellos figuraban en la lista de desaparecidos del conflicto armado interno entre Sendero Luminoso y el Estado peruano; sin embargo, no fallecieron y, en cambio, estaban secuestrados hasta que en el año 2004 ambos se encontraron con su madre.
Ellos también tenían un hermano de 6 años, quien fue secuestrado. Como era muy pequeño, es probable que no recuerde quién es y de dónde vino, por lo cual su paradero es desconocido.