El precio de la hoja de coca en los valles de San Gabán y Sandia de la región Puno, se desplomó por efectos del coronavirus (covid-19), esta situación ha generado desconcierto en un sector de agricultores dedicados a la actividad ilícita y decidieron abandonar la selva puneña.
Las restricciones implementadas por el Estado peruano para el libre tránsito, ha generado un impacto negativo para la comercialización, indicaron los agricultores que realizan actividades de manteamiento y cosecha de la hoja de coca.
“Ya no hay trabajo para nosotros y estamos retornando a nuestro lugar de origen”, narró una señora que evitó revelar su nombre, indicando que ella venía trabajando en labores de cultivo de la coca, la caída del precio hizo que ya no sea rentable.
Hasta antes de la declaratoria de emergencia sanitario, en las distintas ferias del distrito de San Gaban, la arroba de la hoja de coca se comercializaba hasta en 300 soles, en la actualidad apenas llega a 80 soles.
Esta situación hace que los cocaleros de dicha zona decidieron abandonar y retornar a sus lugares de origen, por lo que vienen realizando largas camitas para encontrar algún medio de transporte, que en estos días es restringido.
La mayoría de agricultores del valle del San Gabán son procedentes de las provincias de Azángaro, Huancané y Ayaviri, ellos se mudaron a la selva en busca de oportunidades de trabajo y ahora se ven afectados por el estado de emergencia.
Similar hecho estaría ocurriendo en los valles de la provincia de Sandia, donde los cocaleros de los distritos de Alto Inambari, San Pedro de Putina Punco y San Juan del Oro, se ven afectados por la poca demanda y caída de precio de la hoja de coca.
En enero y febrero, la arroba de coca en promedio se comercializaba entre 250 y 300 soles, ahora su costo bordea en 100 soles, la caída es abismal y ya no es atractiva ni sostenible para los que se dedican a este cultivo ilícito.
Los efectos del coronavirus no solamente afecta a la economía lícita, sino también la economía ilícita se vio duramente golpeada, eso demuestra que el tiempo no es sostenible el cultivo de la hoja de coca en los valles de Sandia y San Gabán.