Escribe: Carlos Peña Julca
Se consuma el fraude descarado en Ecuador, y en Perú se ultiman los detalles de un escenario electoral tramposo favorable al amasijo mafioso y reaccionario, que actúa con alevosía y ventaja en el Ejecutivo, el Congreso, el Poder Judicial, el Poder Electoral, el Tribunal Constitucional y otras dependencias e instituciones copadas por el fujimorismo y sus compinches
Impedir la inscripción de varios partidos que han cumplido con las exigencias legales, es uno de muchos actos encaminados al fraude, escenario que inevitablemente irá acompañado de una dura represión
Lo de Ecuador es un anticipo de lo que puede pasar en el Perú, en un contexto en que el gobierno norteamericano está empeñado en reforzar sus posiciones en América Latina con la complicidad de la ultra derecha nativa engordada con dineros de la corrupción
Lo que está ocurriendo en el Perú es que el fraude electoral ya comenzó y será el colofón de la estrategia de la derecha delincuencial que aprovechará el recambio de gobierno y buscará asegurar el poder tomando o asaltando las instituciones del país
Esto nos recuerda que varios analistas políticos ya han nombrado de nauseabunda, con el adjetivo calificativo que usara Mariátegui hace 90 años, a la política criolla de estos días, que de acuerdo con el diccionario de la RAE quiere decir “produce náuseas”
Efectivamente, lo que estamos viendo hoy es un contraste de porquerías entre los acusadores del Congreso que acusan para librarse de las acusaciones fiscales en su contra, exhibiendo las también supuestas porquerías, en grabaciones obtenidas ilegalmente, de la Presidencia de la República
Da náuseas, porque en todos los casos y ante tanta bajeza la pregunta es ¿dónde están los intereses del país? Plantear que se vaya Dina y su Gobierno y que haya un Gobierno de emergencia que garantice un proceso democrático y un plan de emergencia para los urgentes problemas a resolver
La farsa electoral ya se asoma y la crisis social se agudiza, el camino es la unidad y la movilización para recuperar la patria Los sectores democráticos, progresistas y de izquierda, deben actuar denunciando estos manejos que cercenan la voluntad popular Hay que actuar pronunciándose de manera conjunta, movilizarse contra la corrupción, la dictadura, contra el fraude y defendiendo la democracia No hacerlo será legitimar las elecciones tramposas, participar en un juego en el que la derecha tiene las cartas marcadas, y con la espada de Damocles dispuesta a cortar cabezas
La estrategia siempre será unir lo máximo de ser unido y aislar al enemigo que hoy es la derecha delincuencial política y empresarial, tener un programa que resuma los intereses de las clases y sectores que nos aliemos para construir y conquistar una Nueva República Para ello debemos lograr un frente unitario, un eje político y social, una alianza electoral amplia que enfrente a la derecha bruta y achorada en igualdad de condiciones
La reserva moral, la fuerza para salir de este hoyo y abrir un nuevo rumbo está en nuestra conciencia, en nuestra capacidad de lucha que se pone de manifiesto en los momentos más dramáticos Un nuevo Perú es posible, unidos podemos lograrlo