Escribe: J. Carlos Flores Vargas
La menor Melany tenía 13 años, estaba a solo días de entrar a nivel secundario, pero un conductor ebrio la mató a ella y a 36 personas en el trágico accidente del uno de marzo de este año en la ruta Oruro – La Paz (Bolivia).
Su hermanita pasaba a segundo año de primaria y tuvo la misma suerte. Sus padres, Maribel Chambi Llanque y Paúl Cristian Chata Blanco tenían planes para casarse, pero también sucumbieron.
Ellos habían obtenido cierta estabilidad económica gracias a un negocio que se mencionará más adelante.
EL VIAJE ETERNO
Para ambas familias la noticia fue devastadora.
La pareja de esposos compartía algunos de sus estados en redes sociales.
Amaban los viajes, cada año se dirigían a Oruro y eran muy creyentes de la Virgen del Socavón y esa infausta madrugada se dirigían al Salar de Ayuni, como parte de la ruta hacia Oruro.
ADIÓS
Los cuatro cuerpos fueron repatriados este martes.
La mañana de este miércoles, cuatro ataúdes se alinearon frente al templo San Juan. Dos eran blancos y dos de color. Adentro se adivinaban los cuerpos de la familia.
Alrededor, casi un centenar de personas de negro con las caras descompuestas les dieron el último adiós.
Su paradero final estaba en Platería donde se ubicó el entierro.
En Bolivia, se confirmó que el conductor de uno de los buses que se accidentaron tenía cinco veces más alcohol en la sangre de lo permitido. Estaba borracho y ahora está muerto.
La vida es irónica, pero la muerte lo es más: la pareja de fallecidos había logrado un desahogo económico vendiendo ataudes.
DATO.
Ramiro Martín Mamani Llave (45), el chofer del bus Emmanuel, falleció el día 2 de marzo cuando era sometido a cirugía.
