Escribe: Jorge Luis Quispe
En marzo de este año a través del programa “La Encerrona”, decenas de miles de peruanos asistieron a un destape cuya esencia parecía anodina, superflua y accesoria, sin embargo, traía consigo toda una trama de corrupción, favores, mentiras, presupuestos millonarios y presuntuosas joyas hasta aquel entonces, inadvertidas. La primicia, en menos de un mes de descubrimiento conduciría al allanamiento de la casa de Dina Boluarte., presidenta del Perú.
Un grupo de policías entrando al domicilio de la mandataria utilizando un “torito” para derribar la puerta era algo insólito y rápidamente dio la vuelta al mundo en decenas de lenguas y países.
Las consecuencias del caso “Rolexgate” que como su propio autor, Ernesto Cabral indica en su libro, nació a partir de una hoja de cálculo de Excel- aún ahora continúan vigentes debido a que el Ministerio Público sigue investigando a la presidenta por enriquecimiento ilícito.
Uno de los primeros méritos del libro de Cabral radica en que la lectura permite un entendimiento claro, conciso y cronológico del caso, ya que luego de su destape, no fueron pocos los medios de comunicación que abordaron el asunto y lo enriquecieron.
No obstante, tampoco faltaron aquellos que guiados por la premura de la primicia y el click la pretendieron minimizar. De manera que esta publicación es la versión oficial, verídica y fidedigna del caso escrita con el debido cuidado profesional de su propio autor.
El libro también exhibe, acaso sin habérselo propuesto, rasgos o caracteres que conforman la personalidad de quien gobierna el Perú.
Es mérito del libro, y por tanto de su autor, construir a partir de los testimonios de quienes estuvieron en el íntimo entorno de Boluarte una identidad hasta ahora desconocida, pero que pueden muy bien explicar las motivaciones de las decisiones de la presidenta.
Estos testigos la describen como una persona incapaz de soltar o desprenderse de cosas que ella cree que le pertenecen, desde una caja de limones hasta la presidencia de la República.
Se trata de una mandataria con un nivel de apego a las cosas y a los cargos profundamente arraigado a su ser más íntimo.
Así también se percibe en ella a una mandataria que desconfía hasta de su propia comida.
Rayano en la paranoia, para Boluarte es imperativo que sus ministros prueben primero la comida de Palacio, y si acaso no han caído víctimas de una presunta ponzoña o veneno, luego de media hora, recién ella se anima a comer los apetitosos platos y viandas de Palacio, los cuales seguro no exigen tan solo diez soles para llegar a la mesa de sus cuestionados y volátiles comensales.
Esta desconfianza no pudo por menos hacer recordar que a los grandes gánsters de la mafia inmortalizados en películas como Casino, Buenos Muchachos y Una historia del Bronx. En todas ellas, los cabecillas de las bandas criminales son también incapaces de confiar incluso en sus cómplices más cercanos y a la postre, terminan matándose todos ellos, unos a otros.
Otro personaje principal en la trama del libro es el “wayki”, Wilfredo Oscorima, gobernador regional de Ayacucho, a quien el libro revela como un político con un irrefrenable deseo de exhibir los lujos de su cuantiosa y desorbitada fortuna, tal vez esa necesidad de mostrar un gigantesco poder adquisitivo oculte en su entraña la carencia de una virtud irrealizable para el desprendido gobernador.
El autor tuvo que revisar 10 mil fotografías de la cuenta de Flickr de la presidencia de la República y armar en el camino una base de datos que le permitió estructurar un caso icónico de este régimen.
La historia detrás de esta exhaustiva y minuciosa investigación conforma la esencia, la virtud y el nervio de “Rolexgate”.
En algún momento del libro el autor se pregunta: “¿qué hemos hecho?” Y desde esta reseña se le respondería: Ha hecho una investigación rigurosa e imprescindible, tanto para que los peruanos sepan con certeza quiénes gobiernan y al mismo tiempo, ha dejado un registro para que los periodistas tengan a la mano información real y comprobada, así como dejar sentado un ejemplo de destape responsable y con fuentes. Una de las lecturas sin duda, infaltables en este 2024 que ya está terminando.