Cada vez están más cerca las elecciones municipales y regionales de 2025, y en lugar de estar debatiendo propuestas, escuchando ideas o analizando a fondo a los postulantes que quieren re presentar a Arequipa, reina el silencio. Pocas voces se alzan, casi nada se dice de los candidatos, como si la región no estuviera atravesando una de sus etapas más críticas en los últimos años.
Mientras tanto, los problemas se acumulan: crisis en el Gobierno Regional, en municipios provinciales, distritales, retrasos en proyectos clave, hospitales sin construir, y un hedor a corrupción en todas las entidades públicas.
REALIDAD
Autoridades como el actual gobernador Rohel Sánchez, que llegó al cargo con un discurso que ilusionó, han sido incapaces de superar la parálisis heredada. No solo no logra culminar las obras que recibió, sino que tampoco impulsa nuevas iniciativas de verdadero impacto.
Sobre los hospitales prometidos, como el de Camaná o el Maritza Cam pos Díaz, sus saldos de obras siguen en promesas. Y las redes de salud se han abandonado a su suerte, como si los problemas de salud fueran menos urgentes que la imagen institucional. Sánchez ha anunciado una serie de proyectos emblemáticos, pero muchos de ellos serán ejecutados por el Ejecutivo nacional, no por el Gobierno Regional.
Este detalle no es menor: expertos han advertido que trasladar la ejecución al Ejecutivo podría ser riesgoso, considerando el historial del gobierno central en cuanto a eficiencia y cumplimiento de plazos.
El Estado peruano no se caracteriza precisamente por ejecutar bien las obras públicas, y Arequipa podría convertirse nuevamente en una víctima del centralismo ineficaz En paralelo, desde la Municipalidad Provincial, el alcalde Víctor Hugo Rivera ha reducido su gestión a una administración municipal básica.
Su gobierno se ha limitado, en gran medida, a pequeñas mejoras de calles o señalizaciones, sin lanzar obras estructurales que transformen la ciudad o resuelvan problemas urgentes como el transporte, la inseguridad o el acceso al agua potable en zonas periféricas. Lo que debería ser una gestión metropolitana con visión a largo plazo ha terminado reducida a una gestión distrital.
No habría liderazgo ni capacidad de articulación con distritos clave como Cerro Colorado, Paucarpata, Yura o Socabaya. La ciudad se mantiene funcionando sin ninguna hoja de ruta clara. La falta de ambición de Rivera contrasta con las promesas de campaña que lo llevaron al sillón provincial, y su figura empieza a desdibujarse ante una población cansada de gestiones sin impacto.
Lo más alarmante es que, pese a este contexto desolador, los voceados al Gobierno Regional y a alcaldías siguen callados, sin propuestas, no marcan distancia con las gestiones actuales. Pareciera que, algunos incluso pa recen esperar que el desgaste de las autoridades en funciones les allane el camino, sin entender que Arequipa no necesita más oportunismos, sino carácter y visión.
VOCEADOS
Una de las figuras más reconocidas que podría tentar nuevamente el Gobierno Regional de Arequipa es Yamila Osorio Delgado, exgobernadora. A casi un año de las elecciones 2026, reapareció públicamente en un evento político organizado por el movimiento Arequipa Tradición y Futuro en Cerro Colorado, donde compartió escenario con figuras como el consejero César Huamantuma.
Aunque no confirmó una candidatura, su retorno fue interpretado como una señal de reactivación política. Sin embargo, enfrenta investigaciones por irregularidades en obras como la Variante de Uchumayo y la vía Vizcacha ni-Sibayo-Callalli, proyectos en donde hay indicios de corrupción.
Su panorama se agrava con la re ciente captura de su exbrazo derecho Marcelo Juan Bermejo Velásquez, im plicado en el caso ‘Los Correcaminos del Sur’, una red que cobraba cupos a transportistas informales. Uno de los que más se menciona en un futuro proceso electoral es Alfredo Zegarra, exalcalde de Arequipa, quien buscaría regresar a la política con miras al Gobierno Regional, aunque sin pronunciarse sobre los problemas urgentes de la región.
Renunció recientemente al partido Progresemos, tras solo siete meses, mientras se reunía con agrupaciones como Fuerza Arequipeña y Arequipa Avancemos. Su eventual postulación se ve ensombrecida por una reciente sentencia de seis años de prisión efectiva por colusión agravada. Aun así, ha vuelto a mostrarse activo en redes sociales, en un intento por mantenerse vigente.
Entre otros rostros que intentan re aparecer en la política regional figura Benigno Cornejo, tres veces exalcalde de Cerro Colorado y líder del Movimiento Regional Arequipa Avancemos.
Durante los últimos dos años, Cornejo ha permanecido en un notorio silencio. No ha emitido opinión ni asumido posición alguna ante la crisis institucional, los escándalos de corrupción o el estancamiento de obras en la región, en la que algunos de sus mili tantes en la actualidad son alcaldes en la ciudad. Javier Ísmodes reaparece con frecuencia en el debate político regional, aunque sin un rol activo constante.
Aseguró que, de haber sido gobernador, habría liderado la lucha contra la inseguridad, pero también afirmó que no tiene interés en postular nueva mente. Sin embargo, sus apariciones en eventos partidarios y entrevistas lo contradicen. Actualmente está afiliado al partido nacional Progresemos, lo que alimenta especulaciones sobre una posible candidatura.
También se habla del abogado Héctor Herrera afiliado de Somos Perú, conocido defensor de los antimineros del Valle de Tambo, quien sí ha criticado al GRA y al Ejecutivo con mayor firmeza desde hace varios meses.