Los Andes

Su lenguaje fluido, entonado, además de su carisma natural, convierten a Verónika Fanny Mendoza Frisch en una persona capaz de transmitir con total claridad sus propuestas y planteamientos, de cara a los comicios generales del próximo 10 de abril.

Ella, en efecto, es candidata presidencial por el partido Frente Amplio, Justicia, Vida y Libertad, razón por la cual viene recorriendo diversas regiones del país, solicitando la confianza de los electores, pero, sobre todo, un cambio de actitud en estos, un voto consciente.

En ese sentido, ha repetido y seguramente repetirá muchas veces más, que “el Frente Amplio es la única alternativa de cambio real� entre todas las alianzas y partidos políticos que postulan a sus respectivos candidatos a Palacio de Gobierno.

“La dignidad humana será la principal de nuestras prioridades�, dijo a su arribo a nuestra región, hace unos días, agregando después que uno de sus objetivos principales –más allá de las propuestas materiales– es “recuperar el sentido genuino de hacer política�.

Pese a su juventud (pues nació el 9 de diciembre de 1980, en Cusco), ella es una mujer decidida, que siempre buscó una mejor realidad del país, un desarrollo coherente con su historia y, como ella misma afirma, ser parte de una “generación [que] le cambie el rostro y la práctica a la política�.

Hija de madre francesa y padre cusqueño, Verónika es la mayor de tres hermanas, estudió arquitectura en la Universidad Nacional San Antonio de Abad del Cusco (pero no culminó la carrera) y en la Universidad Denis Diderot en París (Francia) donde obtuvo el título de licenciada en psicología, en 2003.

En el continente europeo se especializó: tiene dos másteres, uno en Ciencias Sociales, en la Universidad Sorbona Nueva en París, y otro en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, en Madrid (España).

Tras ello, trabajó como profesora de español en el Instituto Academia de París, y luego de volver al país, en la Asociación Pukllasunchis de Cusco, y -aunque quizás muchos no la recuerden- como docente de diplomado en la Universidad Nacional del Altiplano-Puno.

Hace poco, en una entrevista, como prueba de su personalidad, mencionó: “Creo que empieza a despertar una nueva generación que reclama más democracia, más transparencia, que no se resigna. Pero el caudillismo, el machismo, la agresividad, son elementos constitutivos de nuestra cultura que va a costar superar�.