Los Andes

Tras el accidente acaecido en la entrada a Puno (barrio Huáscar) donde la unidad vehicular que trasladaba estudiantes desde la ciudad de Juliaca a Puno, que tuvo como consecuencia a más de una decena de heridos, dentro de los cuales hay estudiantes universitarios que perdieron parte de sus extremidades y otros que requieren urgente intervención quirúrgica para recuperar parte de su fisonomía corporal y facial.

Ante la mirada denigrante de los propietarios de la Empresa Pegasso y la indolencia de la empresa aseguradora del Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) que al parecer se niega a correr con los gastos que ocasiona la atención médica, estudiantes se movilizan para apoyar a sus compañeros caídos en desgracia, pero al parecer ocurrieron un conjunto de inconsistencias administrativas por la que hasta la fecha no se giran los avales para las intervenciones quirúrgicas requeridas.

El primer escollo es el excesivo número de pasajeros, puesto que la unidad siniestrada solo tenía la cobertura de 35 pasajeros, pero al momento del accidente al parecer el número casi duplicaba la capacidad del minibús, hecho que no solamente contraviene con la seguridad que la empresa está obligado a prestar a sus usuarios (pasajeros) y no como hasta al momento los empresarios se hacen los “locos� a la espera de que el tiempo y la desidia haga olvidar el accidente y los daños causados a los ocasionales pasajeros, que dicho sea de paso infringieron las normas de transporte de pasajeros y actuaron negligentemente al momento de socorrer financieramente a los pasajeros.

En segundo lugar, al no haber una relación oficial de pasajeros que ocupaban un asiento al momento del accidente, la empresa aseguradora no quiere cumplir con brindar apoyo económico al cual está obligado, si no existe una relación de pasajeros sentados, entonces menos existe una relación de pasajeros que viajaron en los pasillos o parados, es aquí donde también hay otro problema y los heridos tienen que pagar las consecuencias de la actuación negligente por parte de la Empresa Pegasso, el Conductor de la unidad siniestrada y la cómplice actuación de parte de los efectivos policiales que no controlan el número de pasajeros que llevan las unidades vehiculares, porque si hubiera habido un control, seguramente no habría habido la desatención y los estudiantes hospitalizados hubieran recibido todas las atenciones necesarias para el restablecimiento de su salud.

Entonces, también hay responsabilidad por parte de los usuales pasajeros, quienes a toda costa tratan de viajar, no importando su salud e integridad física, por eso debemos entender que las unidades vehiculares tienen una capacidad para trasladar pasajeros y esa cantidad debe ser lo correcto llevar, el exceso nos perjudica.