La crisis política en el Perú


Votación: 456 votos

Escribe: Bladimiro Centeno Herrera | Opinión - 24 Feb 2016

En estos últimos años, nos hemos acercado a la vida política con el convencimiento de que el avance o retroceso de nuestro país depende, fundamentalmente, de la concepción que tengamos los peruanos de este ejercicio ciudadano. Jean J. Rousseau, en su obra “El contrato social”, afirma que el derecho que tenemos de elegir a nuestros gobernantes nos impone el deber de instruirnos en este tema. Sin embargo, en nuestro país, como producto de una serie de ignorancias, prejuicios, manipulaciones y dictaduras mediáticas, se ha impuesto justamente una creencia contraria que nos conduce a una severa crisis política.

La actual situación política nacional exige una reflexión profunda sobre varios aspectos generales y específicos de su proceso. La institucionalidad, la democracia, la gobernabilidad y la ciudadanía son aspectos que no hemos comprendido, y ponemos de manifiesto esa incomprensión en la mayoría de nuestros actos públicos. La serie de escándalos, irregularidades, inmoralidades, promiscuidades y suicidios que exhiben los diferentes grupos y personajes que intervienen en la actividad política nacional, en el marco del proceso electoral presidencial y congresal, no son más que indicios superficiales de una crisis social más profunda.

En este contexto, la sociedad peruana enfrenta un escenario sumamente incierto y tendiente a un futuro más caótico. Tanto las agrupaciones políticas conservadoras (que privilegian a los grupos sociales minoritarios) como las agrupaciones políticas progresista (que debería suponer un compromiso más desprendido con las grandes mayorías) sufren las mismas desorientaciones que afectan a la sociedad peruana. En otras palabras, en las condiciones actuales, ninguna agrupación política que participa en el presente proceso electoral nacional garantiza una solución concreta a nuestros problemas colectivos.

Esto ocurre sencillamente porque el Perú, desde el periodo de la guerra de la independencia, no ha sido gobernado por verdaderos políticos, estadistas con una visión de país, líderes amparados en una organización política, con una noción clara de un proyecto nacional, sino por ciertos caudillos militares que dirigieron las guerras desde los escritorios, espías internacionales que se confabularon con los descendientes colonialistas, ex terratenientes que soñaron con convertirse en europeos o norteamericanos de segunda clase, por traficantes de nuestros recursos naturales que no dudaron en exterminar a las diferentes comunidades nativas y aventureros que convirtieron el Estado peruano en un botín del cual extraer toda la riqueza personal posible.

Mariátegui, en su momento, demostró que en el Perú no había una clase dirigente que ofreciera las pautas necesarias para construir una nación peruana, sino un grupo social dominante que vivía a costa de nuestros recursos naturales, sin promover la industria, la tecnología y el conocimiento que pueda diversificar la producción nacional, reestructurar las institucionales, fortalecer los derechos ciudadanos y reivindicar la condición humana de la gran mayoría de los peruanos que continuamos como los siervos de la época feudal.

La actual situación política nacional tiene sus raíces entonces en esos antecedentes históricos que deben examinarse y reorientarse. Hoy ejerce el poder político nacional (quien quiera que gane las elecciones presidenciales) ese mismo grupo social que protege a los grupos económicos que especulan con nuestra economía sin fomentar su productividad, que explotan los recursos minerales sin desarrollar la industria y que convierten la educación en negocio sin impulsar la tecnología.

El problema entonces no son los políticos (que no existen) sino los analfabetos políticos que prueban la suerte en los procesos electorales; no son los partidos políticos (que tampoco existen) sino las agrupaciones políticas que se gestan con el único fin de obtener beneficios ocasionales mediante el uso y abuso del poder en las instituciones públicas; no es toda la población peruana sino la clase media alienada con el consumismo, apoliticismo y mediocridad profesional como Acuña.


ESPACIO PUBLICITARIOS

Video



Encuesta

¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?



Archivo
Telf.: +51-51-350775, +51-51-327436 | Dir.: Jr. Cajamarca Nro. 274 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas - Juliaca.
CORPORACION DECANO ALTIPLANICO S.A.C. Diario Los Andes
Diseño y Desarrollo Web: G!