Los Andes

Un reportaje donde se informa los pormenores de gastos oficiales para lograr información en la zona de influencia del Vraem y que algunos de los supuestos informantes nunca dieron versión alguna a los efectivos de inteligencia que laboran por la zona, lo que refleja que el presupuesto nacional destinado para la lucha contra algunos remanentes terroristas y aliados con el narcotráfico no fueron utilizados de manera eficiente ni menos eficaz. Es por esta razón que el alto mando militar y el ministro de Defensa arremetieron contra los hombres de prensa y denunciaron penalmente por la supuesta comisión del delito de traición a la patria, tipificado en el código penal con una pena de quince años de cárcel. Lo que desde la prensa independiente es considerado como un exceso estatal en contra de la vida en democracia y de una de las libertades instituidas en el Carta Magna.

“(…) la libertad de expresión garantiza que las personas (individual o colectivamente consideradas) puedan transmitir y difundir libremente sus ideas, pensamientos, juicios de valor u opiniones, la libertad de información, en cambio, garantiza un complejo haz de libertades, que, conforme enuncia el art. 13º de la CADH, comprende las libertades de buscar, recibir y difundir informaciones de toda índole verazmente (…)�, FJ. 9. Exp. N° 0905-2001-AA/TC. Entonces, la supuesta violación a los secretos militares con información confidencial para el ministro de Defensa y sus funcionarios fascistas es considerado como traición a la patria. Nunca entendieron que primero está el deber de la prensa de informar la verdad y en el caso del Vraem, el Estado invierte gran cantidad de dinero que no tiene resultados positivos, precisamente porque existen oficiales que nunca trabajan resguardando el interés nacional. Al contrario, estos mafiosos deberían ser identificados y ser puesto en el banquillo de los acusados.

Pero la pregunta cae de madura: ¿por qué el secretismo? En el Vraem hace poco fallecieron soldados, esos héroes anónimos que a diario se enfrentan a la muerte con información deficiente (utilizando un término benevolente) porque precisamente el reportaje emitido por Panamericana Televisión dio cuenta de que los supuestos informantes no lo eran; entonces, los sistemas de inteligencia operativa distribuidos por la zona en controversia con una facción terrorista y los aliados del narcotráfico siempre tendrían las de ganar. Esta inoperancia es la que debería ser puesta en el tapete por el señor ministro y sus adláteres que tristemente están de salida, mas no petardear a un precepto constitucional que inclusive tiene en el control de convencionalidad irradia derecho en los fueros internacionales. Ya vimos cómo medrosos cayeron en la oscuridad por torpezas y aquí en este caso concreto, los oficiales encargados de inteligencia deben responder ante el Estado Peruano y en tribunales civiles la omisión a un sistema de inteligencia eficaz y eficiente.