Los Andes

En estos días parece que la región Puno genera interés por parte de dos excandidatos presidenciales, uno con tono de salvador enaltece el cambio constitucional y el otro pretende hegemonizar la economía de libre mercado; mientras tanto, sus adláteres buscan recolectar firmas por doquier para lograr la inscripción de su partido político. Estamos hablando de Julio Guzmán y Gregorio Santos. Uno, pese a que fue desarraigado de las justas electorales presidenciales anteriores, no pierde las esperanzas de ser mandatario nacional, ahora niega en todos los idiomas que fue un hombre de íntima confianza del nefasto mandato presidencial de Ollanta Humala Tasso, mientras que el otro se escuda en una gestión honrosa en su región y que hasta la fecha no le han podido probar delito alguno cometido por ser funcionario público.

Es anecdótico que ahora estos personajes traten de seguir engañando a la población, por lo pronto el exdirigente ronderil tiene mayor aceptación, ya que se presenta en todo acto público como un perseguido por la política gobernante nacional, además en su discurso no falta la palabra bendita que jaló bastantes votos en todas las elecciones luego del presidente interino Valentín Paniagua, “cambio de modelo económico� y “cambio de la Constitución�, inclusive el mandatario saliente juró por la constitución política del año 1979, pero cuando asumió el poder, se olvidó de sus promesas e inclusive fue en esa época donde se criminalizó la protesta social y se emitió normas que facultaban a los elementos policiales para que hagan uso de sus armas de reglamento contra los movilizados, además en los últimos tres años no desmayó en aumentar los sueldos de policías hasta topes superiores de los tres mil soles. Llegó a la segunda vuelta con la gran transformación y gobernó con la Hoja de Ruta, precisamente uno de sus funcionarios de confianza extrema fue Julio Guzmán que hoy nuevamente quiere engatusar a la población.

En términos estrictamente constitucionales, el referéndum para hacer un cambio de la Carta Magna es posible, opera la participación ciudadana y se cumple con los términos que la ley determina, pero en la práctica parece que el cambio constitucional no es como cuando nos cambiamos la camisa, eso significa renegociar o dimitir ser parte de la comunidad organizada del orbe, existen compromisos que nos ligan indefectiblemente. Nos podrán decir que existe un gobernante que transformó una nación (Evo Morales), pero en ese país no están núcleos duros y seguidores acérrimos del fujimontesinismo. Como prédica electorera, sinceramente parecen los mismos discursos emitidos por Toledo, García, Humala y Kuczynski, pero con diferente tono de voz, estos presidentes al llegar a palacio de gobierno se olvidaron olímpicamente de sus promesas y acentuaron las firmas de tratados internacionales, fueron capturados por las empresas mineras y secuestrados por los “propietarios� del Perú. La izquierda que propugna unidad está fragmentada y siempre se autopulverizó. Por lo que los debates ideo políticos partidarios son necesarios y oportunos y no queremos oportunistas al momento de las justas electorales.