Los Andes

Estamos contando las horas de manera regresiva. La Ciudad del Lago nuevamente se mostrará al mundo deleitando a los turistas nacionales y extranjeros, con sus fastuosas y milenarias presentaciones dancísticas, la cohesión exótica del lineamiento religioso metódico procedente del viejo continente y la misteriosa forma de unidad del cosmos y el ser humano en la mentalidad del hombre andino. Los turistas que separaron sus cupos de viaje para gozar de la expresión dancística de la capital folclórica del Perú y que ahora goza de un reconocimiento global como patrimonio cultural de la humanidad reconocido como la festividad en Honor a la Santísima Virgen de la Candelaria, ahora más que nunca no pueden quedar al margen del disfrute personal, entendiendo que los puneños tenemos la hospitalidad más sosegada del orbe.

Para cumplir con las condiciones propias de la responsabilidad a la que nos obliga como puneños el tener un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el primer aspecto a resguardar es la calidad de las habitaciones y la comodidad de las camas; en Puno, la industria hotelera es muy competitiva y los turistas pueden encontrar una variedad de hoteles, desde los más sofisticados hasta los más económicos; además, al llegar a la ciudad de Puno danzarines de otras latitudes, las casas familiares se convierten en hospedajes grupales, pero para brindar la seguridad que esos visitantes requieren, las autoridades locales tienen que incidir en la identificación de esos domicilios que servirán de hospedajes y que estos cumplan con los requisitos mínimos de seguridad, porque no queremos que existan inconvenientes y la imagen de Puno sea mellada.

Al momento se tiene conocimiento que la ciudad de Puno no está preparada para hospedar a una gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros; el primer escollo a superar es la deficiente ubicación geográfica del aeropuerto Internacional Manco Capac, que de internacional tiene solo nombre, entendiendo que para los especialistas en aeronáutica, las corrientes de aire, que suelen ser fuertes, son un inconveniente para que aviones de gran capacidad puedan utilizar el reducido espacio de la pista de aterrizaje. El otro problema es que al parecer no existe un sistema fluido de comunicación entre la ciudad de Juliaca y Puno, además que en la ciudad calcetera la seguridad es nociva para la industria sin chimeneas. Por lo pronto, nos estamos preparando para albergar a cuantos turistas puedan venir a disfrutar de la festividad de la Candela y, en seguida, los operadores del turismo tienen planificado varios circuitos turísticos y desde el Gobierno Regional hasta la fecha no se tiene información alguna al respecto, y al parecer la autoridad edil puneña es la única que está comprándose el pleito.