“Chinchero” la espera desespera


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Escribe: Oscar Vásquez | Opinión - 02 Feb 2017


El viernes 4 de julio de 2014 en pleno campeonato mundial de futbol, Brasil y Colombia se disputaban el pase a los octavos de final. En el Ministerio de Economía Alonso Segura jefe del gabinete de asesores respiraba hondo, por fin se firmaba el contrato para la construcción del aeropuerto internacional de “Chinchero” en cusco.

Segura siguió paso a paso el proceso y conocía todos los detalles ya que lideraba a los asesores del Ministerio desde enero del 2013. El MEF, luego de exhaustiva revisión del contrato le dio luz verde, dos meses después de la firma asumió como Ministro, en reemplazo de su maestro y guía Luis Miguel Castilla.

En OSITRAN, su presidenta Patricia Benavente también respiraba tranquila, el ahora famoso contrato le pareció inmaculado y aprobó sin objeción alguna los términos del compromiso entre el Estado y el consorcio Kuntur Wasi.
Lo que se conoció después parecía cosa de locos, nadie se dio cuenta que el contrato no ponía límites a los intereses del financiamiento, que por supuesto los tenía que pagar el Estado.
Esta Asociación Pública Privada (APP) tiene tres componentes: El movimiento de tierras, pagado por el estado y valorizado en 140 millones de dólares. La construcción de la infraestructura física del aeropuerto, con pista de 4 mil metros incluida, sometida a concurso pero pagada también por el estado en un plazo de 15 años a partir del inicio de operaciones, incluyendo deuda principal más intereses y comisiones. El tercer componente es la operación y mantenimiento con inversiones progresivas de mejoramiento y desarrollo de 89 Mlls a cargo del concesionario, los que sumados a los 20 Mlls de la supervisión obliga a la empresa a poner 119 Mlls de dólares en total. Y si su oferta para la construcción (265 Mlls) no le alcanza, poner el faltante sin dudas ni murmuraciones.
Aquí estaba la madre del cordero, sin topes precisados en el contrato, el concesionario que ganó el concurso público con una oferta de 264’758,697 (en cifras redondas 265 Mlls) dejando lejos a sus competidores que ofrecieron 348 y 411 Mlls respectivamente, consiguió el préstamo con el grupo financiero internacional Goldman Sachs y el resultado fue 589 millones de intereses. Claro, los 5 años de gracia los cargaron en las cuotas del crédito, o alguien piensa todavía que los bancos son regalones.

Esto tenía que plasmarse en una adenda que el Ministro Vizcarra se negó a firmar al considerar que era lesiva para los intereses del estado, pidió un informe de contraloría para verificar si correspondía el pago de intereses y la respuesta fue: “si corresponde”, aunque el contrato de marras es ambiguo y no fija límites.

El Ministro solicito entonces a la Corporación Andina de Fomento, un organismo multilateral con vasta experiencia en financiamiento de grandes obras y sus cálculos bajaron la cifra de 589 a 469 es decir 120 Mlls menos, aun así el monto era excesivo.

Se barajaron varias alternativas, una de ellas contemplaba la resolución del contrato gaseoso y al parecer hecho a la medida del concesionario. Esto acarrea sin duda un arbitraje internacional y volver todo a fojas cero. Reiniciar el proceso bajo el mismo paraguas (APP) implica retroceder de 4 a 5 años en angustiante espera.
La otra alternativa analizada era resolver el contrato y construir el aeropuerto como obra pública, los plazos se reducían pero igual son varios años de retraso y en cusco ya no hay tiempo para más.
Algunos opinólogos y recién estrenados expertos en construcción, piden inicio de obras ya, pero veamos: el expediente para el movimiento de tierras lo hizo el concesionario y el de construcción del terminal, con sus áreas complementarias y la pista, también. Mientras no se resuelva el eventual arbitraje seguirá siendo suyo.
Convocar a una licitación sobre la marcha para la elaboración de un nuevo expediente y tenerlo listo, se calcula en dos años, a partir de allí habría que convocar a una nueva licitación para encontrar la empresa constructora que ponga las 357 hectáreas como una mesa de billar, ya es otra historia.
Mientras tanto el Velasco Astete ya colapsado, con 2.5 Mlls de pasajeros al año seguirá funcionando como sea, la pregunta es: ¿tenemos que esperar que haya lista de espera para visitar Machupichu con las consiguientes pérdidas para Cusco y el País?
La solución concertada entre el MTC y el Ministerio de economía, con la participación de OSITRAN fue poner los 265 Mlls para la construcción de acuerdo al avance de obra y no pagar ni un solo centavo por intereses. La tercera fase que incluye el aporte del privado con la operación y mantenimiento sigue exactamente igual. La empresa no quiso aceptar esta adenda y se plantó en sus trece. Vizcarra levantó la voz y dijo “sino aceptan solo queda resolver el contrato”. De esto son testigos los dirigentes de cusco que estaban reunidos en la sede del MTC. Antes de perder soga y cabra Kuntur Wasi sacó bandera blanca y dio su conformidad.
Con el informe positivo de la contraloría, el visto bueno del MEF y la opinión conforme de OSITRAN, todo estaba listo para iniciar las obras, el presupuesto del MTC es de 466 Mlls para este año. Otro tema es la renuncia a solo días de terminar su mandato de la presidenta de OSITRAM Patricia Benavente, una jugada de ajedrez para cubrirse con un manto de honestidad, sabiendo que las investigaciones del caso Odebrecht tarde o temprano llegaran al robo descarado en las obras, mediante los famosos adicionales que suman cientos de millones, todos autorizados por OSITRAM, todos con la firma de la doña.
La situación política del Perú y la extrema sensibilidad de la población ante los destapes de la tremenda corrupción de Odebrecht ha generado una serie de opiniones en contra de esta alternativa, que no cambia los riesgos como erróneamente se repite, ya que el Estado siempre iba a pagar la construcción más intereses. Esta fórmula elimina el pago de esos intereses que solo favorecen a los bancos. La gota que derramó el vaso vino desde el Congreso, con la firma del congresista Albrecht de la comisión multipartidaria que investiga la corrupción llamada “Lava-Jato” los padres de la patria exhortaron al Ministro Vizcarra que se abstenga de firmar la adenda y de pasadita también la del aeropuerto Jorge Chávez.
La suspensión de la firma y por tanto paralización del proceso, dejó a los amigos cusqueños vestidos y alborotados. 40 años esperando, compraron las tierras con platita del canon y tienen la fundada ilusión de un gran impulso al desarrollo económico de la región. Otra vez se truncaba un gran proyecto en el interior del País.
El Ministro Vizcarra cual profeta en vigilia iba de puerta en puerta explicando la solución y aclarando las dudas, no se vislumbra corrupción por ningún lado, no hay nada a favor de la empresa que no sea lo que está fijada en el contrato.
“Es una pésima señal porque se desdibuja lo que es una APP” dicen los entendidos. Resulta que ahora cuidar las formas es más importante que ahorrarle al estado más de 500 millones de dólares. “Cosas veredes amigo sancho”.
“Se le está regalando el aeropuerto por 40 años a un privado”, gritan desde otra orilla, sin embargo revisando el contrato encontramos que el estado controlará todos los ingresos, desde la tarifa que pagaremos los usuarios, hasta la renta del último quiosco que se instale en el aeropuerto. El dinero irá a un fondo de fideicomiso y de allí se le pagara al concesionario por la operación y mantenimiento, un monto fijo, que calculado al inicio de las operaciones, con la modesta cifra de 3 millones de pasajeros anuales (en el 2022) resulta ser aproximadamente el 50 % de todo lo recaudado en un año. Preguntamos ¿dónde está el regalo?
La población del cusco tenía todo el derecho de protestar con una de las medidas más antiguas pero efectivas, la huelga. Ante esta realidad, algunos congresistas de Fuerza Popular en línea con la exhortación de Keiko Fujimori, en el sentido de no paralizar las obras que benefician a la población, llegaron al Cusco para pedir con mucha convicción que “Chinchero” es ahora y el gobierno debe tomar la decisión correcta. Un mensaje para interpretarlo con olfato político.
El Consejo de Ministros en sesión de ayer respaldó los planteamientos del Ministro Vizcarra, con esto dejaron en claro que ante cualquier interpelación y censura, la cuestión de confianza es automática. El gobierno entonces ya tomó la decisión, “Chinchero” va y la adenda se firmará este viernes en Cusco, con la algarabía y fin de fiesta de la combativa población cusqueña. La cereza que adorne la torta puede venir con el compromiso de la empresa de utilizar maquinaria y fuerza laboral del Cusco.


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