Los Andes

Mujeres empoderadas encaran la violencia a la que fueron sometidas.

Sonia Flores se casó a los 17 años. Antes de ello, sufrió los embates de la violencia, los cuales le dejaron serias marcas en su vida. Es quizás por eso que, con cierta resignación, recuerde que recibía agresiones de su tutor cuando era niña, y que hoy, cuando ya tiene cinco hijos, algo avergonzada, reconozca que es víctima de violencia por parte de su pareja.

“Cuando yo era niña, mi abuelo me pegaba, y pensé que lo merecía; me casé joven, no sabía lo que estaba haciendo, solo pensé en tener una familia, porque nunca tuve una; como me junté tan joven, no me comprendí con mi esposo... él tomaba mucho, pero como tenía mis hijos, cómo lo iba a denunciar, con lo que ganaba en el mercado no me alcanzaba�, dice ahora.

Y añade: “Él me pegaba siempre, nosotros seguíamos juntos hasta que ya no pude aguantar y me separé de él. Hace un año conocí a mi nueva pareja, pero él también me golpea cuando está borracho... hasta dos veces cogió el cuchillo y me amenazó; me dijo: ‘te voy a matar’. Tengo mucho miedo que le haga algo a mis hijos�.

Bajando la mirada, luego, remata: “Si denuncio a mi marido, ¿quién va a mantener a mi casa, quién va a dar de comer a mis hijos?�.

Aunque parezca dramático y singular, el caso de Sonia es uno de muchos que no se denuncia. Según las evaluaciones del Centro de Emergencia Mujer (CEM), solo el 20% de mujeres que sufren violencia llegan a denunciar a sus agresores, mientras que el 80% restante no lo hace; esto, porque son dependientes económica y emocionalmente respecto a su agresores.

“Muchas de las mujeres se han acostumbrado a ser maltratadas porque dependen económicamente de sus esposos, volviéndose su estilo de vida, considerando que su destino es vivir a lado de su pareja, recibiendo maltratos, y que por sus hijos no puede denunciar ni separarse�, dice Victor Landa, titular de la Defensa Pública y Acceso a la Justicia en Puno.

CAUSAS
El psicólogo Juan Gómez Palomino, afirma que muchas de las mujeres que son víctimas de agresión no denuncian sus casos porque no quieren que se ventile su vida públicamente. “Se preocupan más por el que dirán y quién mantendrá su hogar�, señala.

Además, refiere que el alcoholismo es una de las causa principales por las que se genera un sinnúmero de casos de violencia contra la mujer; asimismo, indica que el varón, al ser el sustento de la familia, no sabe qué hacer bajo la presión y termina golpeando a su pareja.

“Otro de los factores es la falta de comprensión, la incompatibilidad de caracteres... en determinadas circunstancias pueden llegar a cometerse feminicidios�, culmina Gómez Palomino.

CIFRAS
Las denuncias de violencia hacia la mujer se han incrementado a comparación del año pasado, cuando solo se tenían 200 procesos, de enero a mayo; en lo que va de este año, ya se registraron 273 casos. Tan solo en mayo se muestran un total 55 procesos, según el CEM Puno.

De igual modo, se precisa que un 93% de las víctimas que sufren violencia son las mujeres y un 7% varones; de 10 casos registrados, 1 es violencia contra el varón. Del conjunto de mujeres violentadas, el 50% sufre violencia física; el 48%, violencia psicológica; y un 2%, violencia sexual.

Jorge Meneses Aguilar, responsable del �rea de Prevención del CEM, dijo que los grupos socioeconómicos en los que se registra mayor incidencia de violencia son los considerados grupos B y C. De igual modo, que las edades de las víctimas oscilan entre los 18 a 29 años, y que generalmente se trata de personas que no están preparadas para tener pareja.

En la Comisaría de Familia de la ciudad de Puno, se han presentado en su mayoría denuncias por violencia física, en un 80% (daños corporales y abuso de poder), violencia psicológica y patrimonial, en un 20%, y abusos verbales, como insultos o amenazas de muerte.

DENUNCIA
Para entablar una denuncia se deben establecer todos los elementos de convicción, medios probatorios como documentos, y testimonios preconstituidos para la evaluación fiscal de acuerdo a ley.

Según el suboficial Walter Reisardo Marco, de la Comisaría de familia, al momento de recepcionar la denuncia, se establece la igualdad de armas para los involucrados en la agresión, según establece la Constitución, realizándose la investigación en menos de 48 horas.

Y cuando ya se presenta la denuncia, el Juzgado de Familia tiene 72 horas para evaluar el caso y remitir la medida de protección, como el retiro del agresor del domicilio e impedir su acercamiento a la víctima.

SECUELAS
Por su parte, Jacinto Ticona Huamán, jefe de la Defensoría del Pueblo, dijo que la violencia, venga de donde venga, ocasiona un perjuicio grave, no solo a los hijos, sino a la sociedad, porque la persona que crece en medio de un hogar violento, no sabe valorar la integridad física. “A la larga o la corta, ese individuo va a ser un ciudadano, un esposo o un padre violento�, precisa.

Tras ello, asegura que tal círculo de violencia es terrible, y que no se cierra, porque muchas mujeres dependen emocionalmente de sus parejas. Lo peor es que ellas, pese a que son sometidas a brutales agresiones, no denuncian sus casos, y que si lo hacen, terminan olvidándolo e incluso perdonándolo.

FALSO ARREPENTIMIENTO
En efecto, las denuncias de violencia no progresan -muchas veces- porque las mujeres perdonan a sus victimarios. Los procesos fallan cuando los casos son derivados a la Fiscalía Penal, cuando no encuentran las medidas probatorias para corroborar las agresiones, mostrándose una gran debilidad para intervenir en los procesos.

MUJERES EMPODERADAS

En los últimos años, las mujeres están denunciando más, en comparación de años pasados, cuando ellas se callaban, permitiendo la violencia, porque querían mantener el núcleo familiar. Hoy en día están tomando conciencia, asumiendo el riesgo y poniendo un alto a la violencia, colocando en primer lugar su dignidad. Las mujeres ahora dicen “debo denunciar y ya no callar�, es por ello que se registra mayor índice de denuncias, porque la violencia siempre ha existido, solo que ahora se está visibilizando.

El incremento de las denuncias que se registran da a entender que las mujeres están siendo empoderadas, de modo que ya no sean parte del círculo vicioso de la violencia. En este aspecto, las mujeres han aprendido a confrontar la violencia y dar la cara a la agresión a la que eran sometidas. Actualmente son muy pocas las mujeres que siguen en ese círculo, indica Javier Caracela Borda, juez del Segundo Juzgado de Familia.