Por: David Auris Villegas [email protected]
En una sociedad latinoamericana caracterizada por la sobrevaloración de los grados académicos y la meritocracia de papeles formados bajo el paradigma de las competencias, muchos de los profesionales son incapaces de resolver problemas existenciales, crear e inventar objetos que el mundo requiere. En este contexto, a lo largo de 2025, sumémonos a los siete retos de la educación superior centrados a explotar la mente humana en una era de la inteligencia artificial.
Mediante estudios recientes, la educación superior, al desarrollar el capital humano competitivo y creativo, puede impulsar la industrialización del Perú y América Latina, transformando materias primas en productos de exportación y así superar la pobreza y construir sociedades más prósperas.
Asimismo, la internacionalización es una estrategia de la educación superior que ayuda a lograr el desarrollo, argumenta el experto Hans de Wit Es cierto, porque empodera a los docentes y estudiantes al promover el intercambio académico y cultural, con universidades bien posicionadas en un mundo cada vez más interconectado.
La investigación científica, las ciencias y la innovación deben fortalecerse en el ecosistema universitario, como recomendó Deng Xiaoping. Esto se logra mediante convenios con universidades y laboratorios de países desarrollados, promoviendo la transferencia tecnológica y la innovación. Como lo sugiere el reconocido periodista Andrés Oppenheimer, las universidades de nuestro continente han de ampliar la oferta de estudios en ciencias, tecnología, robótica e inteligencia artificial, alineando su formación con la inteligencia artificial. Es esencial impulsar el STEM, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, como nos propone el extraordinario visionario Elon Musk.
Las universidades deben tomar en cuenta la innovación y la transformación digital, priorizando clases en línea síncronas y asíncronas a través de plataformas digitales. El objetivo es fomentar la equidad y asegurar una educación accesible y de calidad para todos los estudiantes.
Elon Musk sostiene que la educación debe actualizarse y desarrollar las aptitudes de los estudiantes a través de la práctica. Esto significa que desde los primeros días de universidad enseñemos ingeniería de sistemas, desmontando y articulando robots o computadoras de última generación. Solo así serán competitivos los futuros profesionales.
Por otra parte, las universidades tienen la gran misión de formar personas más empáticas para erradicar un mundo altamente conflictivo Desarrollar la responsabilidad social, la ciudadanía y la ética, a través del “sentipensar” es clave en el marco del respeto a la vida del prójimo. Estos desafíos permite a las universidades preparar personas más sabias y amorosas en un mundo altamente impredecible.