Escribe: Héctor Tintaya Feria
Ha llamado la atención tras el desplome del techo del patio de comidas del mall de Intercorp en Trujillo las revelaciones del lobby político que hacían básicamente los parlamentarios de derecha en favor de estos centros comer- ciales y sus inspecciones. No sólo desde la ley promulgada en el 2023 que permite que, a pesar que pueden ser cerra- das por una inspección de la municipalidad, estos pueden abrir en 48 horas si esta medida no esté fundamentada. Es evidente que utilizaban en este caso la burocracia estatal para favorecer a estos emporios económicos.
Pero luego se ha conocido que Adriana Tudela presentó un proyecto de ley donde estas inspecciones de seguridad iban a ser perpetuas si es que eran positivas. Como si nunca la infraestructura pudiera tener desgaste o deterioro con el pasar del tiempo o el daño natural del clima.No es novedad que los políticos hagan lobby por los Intereses privados a lo que normalmente llaman “ apoyo a la inversión privada”, pero cuando esta ya viene con impunidad y privilegios sucede lo que ocurrió en Trujillo. A pesar que fue advertido por las autoridades sobre las deficiencias técnicas de esa construcción anpulosa, la clase política regional amparada en la nacional se burlaron del alcalde que trataba de impedir está construcción y lo premiaron luego con la vacancia y procesos legales.
Hace tiempo que los intereses privados han secuestrado las decisiones estatales a través de un andamiaje legal amparado por los políticos con el pretexto de agilizar la inversión nacional y extranjera. Estos intereses económi- cos vienen impulsados con impunidad desde los 90 y han pasado al descaro político y su defensa convirtiéndose en una nueva supuesta mafia encubierta. Cuándo la muerte los encuentra, como es el caso de la tragedia en Trujillo re- cién responde el Estado tratando de hacerse fuerte desde la inspección y la vigilancia, pero es demasiado tarde. No sólo para evitar que vuelva a suceder en otro lugar del país, sino para responder preventivamente, pues las reglas de juego están a favor de un solo lado.