Reactivación del turismo local genera disputa entre asociaciones
La pandemia de la covid-19, que afectó sobremanera al sector turismo en el lago Titicaca, genera ahora enfrentamientos entre los pobladores de las islas Los Uros que se dedican a este rubro, especialmente tras la reactivación de sus actividades.
Los protagonistas del nuevo conflicto son la Asociación de Empresas Unificadas de Transporte Turismo Acuático (Aeuttal) y la Asociación de Taxistas Acuáticos de Los Uros, ambas dedicadas a llevar visitantes a los atractivos que alberga nuestra maravilla natural.
Según el representante de la última organización, Roberto Durán, constantemente se enfrentan con los miembros de la Aeuttal, quienes no les permiten trabajar.
No obstante, reconoció que sus pequeñas embarcaciones están en proceso de formalización para prestar el servicio de transporte, pero que, debido a la necesidad, tienen la urgencia de trabajar.
Asimismo, aclaró que la asociación rival no visita todas las islas de manera equitativa, y que solo lleva turistas a algunos sectores, dejando entrever que buscarían mantener el monopolio en el lago.
En respuesta, el secretario de la Aeuttal, Willy Pacompía, dijo que para volver a sus labores han tenido que implementar diversos protocolos, cosa que sus competidores no cumplen. Además, añadió, están volviendo después de 8 meses.
“En esta pandemia ha habido informalidad, han empezado a salir lanchas pequeñas, que no son de turismo, sino son lanchas de pesca; no sé quién les había autorizado a ellos, porque a nosotros nos exigen todo: matrícula, póliza, todo”, enfatizó.
Además, puntualizó que de las 190 embarcaciones de su asociación, solo una sale al mes, en tanto que las pequeñas embarcaciones informales salen todos los días, hasta cuatro veces.
“Hemos reclamado a la Capitanía del puerto muelle y nos dicen que ellos también tienen necesidad, pero no debe ser así; según las normas, para el transporte del turismo no se puede utilizar una lancha de 4 metros, debe ser una de 10 metros”, sostuvo.
Finalmente, señaló que las lanchas pequeñas llevan hasta 5 personas, lo cual es peligroso. Lo peor, agregó, es que abandonarían a los turistas en las islas cuando se presentan factores climatológicos adversos, como lluvias.
