Escribe: David Auris Villegas
¿Ha notado que algunos colegas con dos doctorados y tres maestrías aún buscan trabajo? Esto probablemente se deba a que muchos no practican el networking, una estrategia esencial para el posicionamiento profesional. A través de este arte, se puede construir una marca personal sólida, establecer conexiones a nivel mundial y consolidarse como referentes en nuestra profesión, logrando que otros hablen y piensen positivamente sobre nosotros.
Muchos académicos, aunque poseen credenciales destacadas, no practican el networking ni gestionan su presencia en Google, lo que puede llevarlos al estancamiento y a perder oportunidades. Sin una estrategia efectiva, es difícil alcanzar el éxito académico en una sociedad de los ‘influencers’ y alta competitividad.
Entonces, desarrollar confianza y seguridad, tanto personal como profesional, es fundamental para hacer networking de manera eficaz. Es capital conocernos a nosotros mismos y gestionar nuestras emociones, automotivación, resiliencia y siempre una actitud positiva. Estas cualidades nos permiten ser percibidos como personas confiables y agradables en cualquier entorno.
Al transitar por el networking, es esencial construir relaciones auténticas y duraderas, basadas en la amistad y la colaboración, para fomentar la cooperación en equipo y crecer juntos. Estas redes de apoyo son puentes que se convierten en nuestro mayor activo en un mundo impulsado e invadido por la inteligencia artificial y la individualidad. Yuval Harari nos recuerda que la supervivencia exitosa de la humanidad ha dependido siempre de la comunicación, el intercambio y la cooperación, principios esenciales del networking. Para que esta estrategia sea efectiva, es necesario tener algo valioso que ofrecer, lo que implica consolidarnos como expertos a través de la creación de contenidos como: libros, cápsulas, videos y podcasts.
Estos contenidos impactantes, que aporten un valor significativo a nuestros aliados, es importante compartir en las plataformas de LinkedIn y Google para aumentar la visibilidad. Esto refuerza nuestra reputación académica, personal y moral, consolidando de manera sólida nuestra marca profesional.
Asimismo, para dejar una impresión duradera en los demás, es crucial cuidar nuestra imagen personal, vistiendo con elegancia y mejorando nuestra apariencia física. Una presentación adecuada es clave para generar un impacto positivo y destaca en el entorno profesional. El networking nos impulsa a reeducarnos para posicionarnos académicamente, superando el individualismo. Al construir relaciones genuinas, aumentar nuestra visibilidad y fortalecer nuestra marca personal, abrimos las puertas al éxito.