Próximos a los carnavales y, con ello, a las “yunsadas” o cortamontes, el municipio puneño realiza acciones de prevención y orientación para evitar el contagio de covid-19 en tales reuniones costumbristas.
Para el presente año, en ese mismo contexto, no se contemplan sanciones por la tala de árboles que se usan para estas actividades, reveló Katherine Ginez, gerente de medio ambiente, saneamiento y servicios de la comuna local.
“Se viene exigiendo portar el uso de barbijo y el distanciamiento, además hacen el refuerzo (los serenos) para ayudarnos en el caso se vea una actividad de tipo cortamonte y dispersando a las personas”, comentó.
Luego señaló: “En el último cuadro de infracciones no están (las sanciones por la tala de árboles); pero si se encuentra por el tema de salud, sí se puede instar a no realizar estas actividades”, explicó sobre las sanciones por la tala de árboles.
Costumbres arraigadas
Según el vicedecano del Colegio de Antropólogos de Puno, Víctor Melo, es difícil separar a la población de sus costumbres (en este caso, los carnavales), pero se puede incidir en el respeto a los protocolos vigentes contra la pandemia que rigen desde el Ministerio de Salud.
“No podemos decirles (a los pobladores) que no cultiven su cultura o que no sigan con sus tradiciones; por eso hay carnavales de tantos lugares en la región. Lo que podemos decir es que guarden el distanciamiento social y, mientras esta pandemia dure, tomen las celebraciones no con tanta algarabía como antes se daba”, sostuvo.
“Ahora tendrán que ir solo los representantes de la familia a hacer el ritual de la challa de la papa, por ejemplo”, agregó.
Yunsas prohibidas
Para el regidor municipal José Domingo Calisaya Mamani, según una ordenanza municipal que aún sigue vigente, están prohibidas las actividades de cortamontes por una prioridad del Estado que prohíbe la deforestación.
Cabe recordar, finalmente, que la famosa yunsa es una costumbre ajena a la región Puno, tal como refiere el antropólogo Víctor Melo:
“Es una costumbre traída del centro (del Perú), de Ayacucho, Huancavelica, Huancayo, de esas zonas han llegado. Los primeros en traer esas costumbres fueron los C´hiris, los Ichus, con su artesanía del jebe y ojota; ellos se han trasladado a estas zonas y cuando han regresado a Puno en carnavales, han puesto esa nueva costumbre”.