Escribe: Héctor Tintaya Feria
El éxito de la Maratón de la Virgen de la Candelaria 2025 podría replicarse en todos los distritos de Arequipa. Se debería crear un calendario maratónico dónde todos los años se planifi- que en fechas lo que miles de familias harían sin ningún costo y con alegría: correr. Ayer fue la clara muestra que los arequipeños necesitan por salud, deporte o simplemente por mostrarse, más competencias que aglutinen familias y esfuerzos. En la sociedad del colesterol y las alergias, estas actividades representan el inicio de la prevención en salud.
Porque no sólo se alienta el espíritu competitivo sino amerita la preparación anterior para poder hacer una buena performance. Por eso una maratón no es el día y la foto sino actividades físicas previas que van generando costumbre sana, algo que se requiere con urgencia en estos tiempos de pandemias y enfermedades.
En una sociedad donde los jóvenes distopicos requieren espacios de demostración social, una maratón representa una opción a implementar. Tener la ciudad por un día al servicio de los deportistas es realmente extraño en una urbe tomada por la contaminación y el transporte caótico. Nada supera la motivación de un esfuerzo en el deporte y si las autoridades quieren tomar estás actividades como marketing político entonces una masificación de maratones o bicicleteadas son las opciones urgentes debido a los altos índices de sobrepeso que agobian a nuestras genera- ciones.
Ayer mientras corría la maratón de 10K y observaba cómo las personas de la tercera edad, los niños en grupo y talvez por chacota, los disfraces corriendo, las familias con pancartas para mostrarlas por las redes imaginaba que esa alegría tiene que canalizarse periódicamente. Cayma ha hecho con el tiempo que la Maratón de la Virgen de la Candelaria institucionalice el rruning una vez al año en Arequipa. Por qué no hacerlo mensualmente en Alto Selva Alegre, Miraflores, Mariano Melgar, Paucarpata, Cerro Colorado, todos los distritos con sus diferentes recorridos y premios. Convertiriamos a la ciudad en la capital del deporte y con el tiempo fondistas de talla internacional saldrían de esas competencias y estoy así seguro que los índices de enfermedades asociadas al sedentarismo, bajarían para felicidad de todos.